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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El duelo

Sería interesante una alegoría del combate entre Mariano Rajoy y Artur Mas con el telón de fondo del separatismo catalán. O una versión española de 'La diligencia'

A los programadores de televisión les ha dado por creer que el wéstern es un género cinematográfico muy apropiado para la siesta veraniega. Telemadrid lleva ya una larguísima temporada emitiendo películas de este tipo, muchas de ellas de serie b y de ínfima calidad. Sin embargo, para hoy, viernes, tiene programada El bueno, el feo y el malo, protagonizada por Clint Eastwood y con música de Ennio Morricone.

Me confieso un colgado de eso que en mi juventud conocíamos los chicos como películas del Oeste. Por ejemplo, he visto decenas de veces La muerte tenía un precio, Fort Apache, y la crepuscular Sin perdón, hasta el extremo de que sé de memoria algunas de sus escenas y sus diálogos.

Habrá quien opine que el wéstern (como acaba de admitir la Real Academia de Lengua) es un producto menor, un mero divertimento cuyos ingredientes son pistoleros a sueldo, el sheriff, los indios, los vaqueros y las alegres chicas del saloon. En muchas de ellas, eso es así. Pero en otras muchas, no. En Solo ante el peligro, espléndidamente interpretada por Gary Cooper, hay detrás todo un alegato contra la caza de brujas del senador McCarthy.

La actualidad daría para mucho en este plan. Sería interesante una alegoría del combate entre Mariano Rajoy y Artur Mas con el telón de fondo del separatismo catalán. O una versión española de La diligencia, entre cuyos pintorescos pasajeros está el banquero Ellsworth Gatewood, huido tras apoderarse de los fondos de su banco. En España tenemos un buen puñado de salteadores y truhanes como para reunir a un elenco de primer nivel.

El reciente aluvión de subsaharianos rescatados en balsas de juguete en el Estrecho sería parte del reparto de secundarios de otro filme encarnado por el ministro del Interior español, Jorge Fernández, y el marroquí, Mohamed Hasad. La salida en masa de más de un millar de pobres inmigrantes desesperados se parece en algo a un poblado sioux atrapado entre dos fuegos.

En el wéstern también hay mujeres (ahí está Joan Crawford en Johnny Guitar) que podrían servir de base al duelo que se avecina entre Ana Botella y otras féminas del PP por encabezar la lista por la alcaldía de Madrid

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