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El regreso de los maestros del sexo

La segunda temporada de 'Masters of Sex' arranca esta noche en Canal + Series

Cuando lo más comentado de las grandes series de la nueva edad de oro de la televisión son sus finales, Masters of Sex tiene un gran problema: el final está a un clic de distancia. El espectador no necesita más que buscar en Wikipedia la biografía de estos pioneros de la revolución sexual que fueron William Masters y Virginia Johnson para saber lo que pasa. No tiene que esperar las cinco o seis temporadas que la creadora de esta serie, Michelle Ashford, tiene en mente. Y sin embargo la serie, que regresa hoy a Canal + Series con su segunda temporada (00.30, en versión original subtitulada), ha demostrado ser todo un éxito. ¿El secreto? Ni quienes dan cuerpo a este par de maestros del sexo, Michael Sheen y Lizzy Caplan, están seguros. "Yo no me lo esperaba. Pensé que el público iba a obsesionarse con el tema del desnudo y nos tendríamos que pasar el día defendiéndonos de las críticas", respira aliviada la actriz. Muy al contrario, la primera temporada contó con un 90 por ciento de buenas críticas según el portal Rotten Tomatoes, triunfando sobre cualquier otro intento cinematográfico (Kinsey) o televisivo (Dime que me quieres) anterior en este campo sexual.

"Ahora entiendo por qué muchas actrices que se desnudaron en una primera temporada dejaron de hacerlo en la segunda. Yo también diría que no si no fuera porque es parte fundamental de la historia", se sincera Lizzy Caplan. "Es una serie que habla de sexo. ¿Qué otra cosa vas a encontrar? Eso no quita para que te sientas raro desnudo, da igual que sea la primera o la segunda temporada. Nunca es normal", comparte Sheen con este diario. Lo que ha mejorado en este tiempo son los "parches íntimos", como llaman a esos retazos con los que cubren sus órganos sexuales durante esas escenas. A Caplan le es imposible no reírse pensando en el que le han hecho a su medida esta temporada. "Es un ejercicio tal de ingeniería que me encantaría enseñarlo", bromea. Mucho mejor que el que le toca llevar a Sheen. "Además me suelen dar un baño de bronceado y me intento convencer de que es mi ropa interior", añade la actriz.

Con una mujer detrás de esta serie y una sala de guionistas llena de féminas, además de una audiencia principalmente femenina, lo que a Sheen le sigue asombrando es que en Masters of Sex es mucho más elevada la proporción de desnudos femeninos que masculinos. Pero, como le recuerda Caplan, por mucho que la serie muestre los grandes avances sexuales que se han dado desde la década de los 50, todavía queda mucho por avanzar. "Sólo ayer leía que menos de un cinco por ciento de las películas de este año están dirigidas por mujeres", se lamenta la intérprete.

Masters of Sex arranca inmediatamente después de donde concluyó la primera temporada, con el ginecólogo Bill Masters expulsado de la universidad donde trabajaba por culpa de sus estudios sobre la sexualidad, enamorado de Virginia Jonhson, casado y padre. "Es un rey sin reino", resume Sheen. Pero dentro de esta continuidad de una serie que el actor británico siente como una película de doce horas, Ashford se mantiene fiel a su promesa y será posible seguir la historia sin necesidad de ver la primera entrega. Porque la segunda temporada transcurre en un nuevo centro médico, el hospital afroamericano de San Louis, donde Masters continuará sus estudios rodeado de un reparto diferente casi en su totalidad y en una nueva era, dando el salto de 1958 a la revolución sexual y racial de los 60 en EEUU. "Nos embarcamos en un gran viaje aunque no sea uno sencillo. Explorar los mitos raciales en lo que a la sexualidad se refiere. Difícil. Y no doramos la píldora. Simplemente ofrecemos un gran nivel de sofisticación en el guion y en la interpretación", concluye el actor.

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