Más crímenes en la frontera
La segunda temporada de ‘The Bridge’ arranca esta noche en Fox
Quienes la hacen posible, describen la segunda temporada de The Bridge (que arranca esta noche en Fox, 22.20) como “más siniestra”. Una historia en la que no hay ni buenos ni malos, sólo personajes con algo que esconder a ambos lados de la frontera entre EE UU y México. “Formar parte de esta serie es como compartir vestuario con el Real Madrid. Uno es tan bueno como el equipo al que pertenece”, describe a este periódico el mexicano Demian Bichir, de regreso en la piel del detective Marco Ruiz.
Quizá le han inspirado en su comparación las palabras de su compañera de reparto, la alemana Diane Kruger, que este año cuenta con refuerzos. “Aun así, sigue siendo un Alemania 2, México 28, porque en The Bridge es raro el que no habla español”, bromea con un tanteo que suma a su alineación la presencia de la también alemana Franka Potente. Su personaje es uno de los principales cambios en la nueva entrega de la serie que traslada a la frontera de El Paso la premisa que popularizó la sueco-danesa Bron/Broen. “La mejor propuesta que he visto en años, un cadáver justo en medio de la frontera”, recuerda la recién llegada.
Eso fue entonces, porque la segunda temporada parte de cero. Esta vez no hay serie escandinava que valga. Como dice Bichir, es un salto sin red que da vértigo. Su showrunner, guionista y cerebro, Elwood Reid, siente el mismo nudo en el estómago pero por otras razones. En esta ocasión trabaja en solitario ahora que la otra creadora de The Bridge, Meredith Stiehm, se ha pasado a Homeland. Según Elwood, ahora le será “más fácil” llevar la serie hacia un territorio más escabroso y a la vez personal. “Es más fácil hablar con una sola voz”, resume Kruger echándole un capote.
Aunque sea una nueva historia y el peligro cruce la frontera de otro modo, The Bridge retoma sus personajes centrales donde los dejó. Su viaje les arrastrará todavía más bajo. Como dice Bichir, a su personaje no lo ha visto sonreír desde el final de la pasada temporada. Y Kruger le cuestionó a Elwood algunas de las decisiones que toma Sonya porque no le parecían saludables. “El demonio está en todos los lados y jugamos con ello, moviéndonos entre el cielo y el infierno, pero más cerca del infierno”, resume el mexicano sin querer entrar en más detalles. Los únicos demonios visibles son los que Potente lleva tatuados en su cuerpo tras seis horas de maquillaje. Un cuerpo, por lo demás, ataviado como si fuera una monja seglar, ropas bajo las que se esconde el personaje más peligroso, una persona sin miramientos y para la que sólo importa la estructura. “Si interfieres te quitará de en medio”, indica.
Los protagonistas recuerdan que gran parte de las historias de la serie están basadas en hechos reales. “Son las que nos dan las ideas para hacer un buen drama”, subraya Bichir convencido de que ese es el secreto del éxito: que se siente real. “Y cuanto más local, cuanto más específica es la historia, más universal es su alcance”, desarrolla.
Lo que todavía no ha sido posible es llevar la historia a donde le corresponde. Aunque transcurre en la frontera de El Paso, The Bridge está rodada en los barrios más hispanos de Los Ángeles. En la primera temporada se hablaba de seguridad, de lo peligroso que era rodar al otro lado de la frontera. Este año se habla de productividad. Lo que Bichir agradece es que la serie mantenga la vista puesta en la frontera y en lo que allí ocurre, “una crisis humanitaria que espero quede reflejada si tenemos la fortuna de contar con una tercera temporada”, remata Kruger, consciente de la crisis de niños inmigrantes que vive EE UU en la actualidad.
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