Un espectáculo global
Dos centenares de televisiones retransmiten en todo el planeta la final de la Champions TVE y Canal + ofrecen el partido en directo
El Real Madrid-Atlético de Madrid será un espectáculo global, alcanzará una audiencia estimada en todo el mundo de 190 millones de telespectadores y se verá en dos centenares de televisiones de los cinco continentes. Cadenas que pincharán la señal del estadio Da Luz de Lisboa donde a las 20.45 comenzará la final de la Champions, el choque deportivo que más aficionados mueve en Europa. En España, el partido se retransmitirá a través de TVE y de Canal + Liga de Campeones, emisoras que comparten los derechos audiovisuales del torneo. Las imágenes correrán a cargo del canal deportivo portugués Sport TV, al que la UEFA le ha adjudicado la tarea. “Tenemos que crear las condiciones para que la señal llegue a todo el mundo con calidad”, según Alvaro Cabral, responsable del proyecto.
Desde primera hora de la tarde, las dos cadenas españolas calentarán el ambiente con programas especiales desde Lisboa en los que se abordarán las trayectorias de los dos clubes de Madrid hasta llegar a la codiciada final y las alineaciones que saltarán al terreno de juego. El canal de pago conectará con el estadio Da Luz a las 14.00 con Destino Lisboa, que albergará reportajes, entrevistas y conexiones con las aficiones concentradas en la capital lusa. A las 18.00 arrancará la previa del encuentro con Noche de Champions, la clásica previa del partido, que tendrá como epílogo la fiesta de los campeones.
Para alimentar los programas especiales con imágenes propias, Canal + ha instalado nueve cámaras en el campo del Benfica, que fue construido junto a su antigua casa en 2003 por el arquitecto Damon Lavelle. Con un techo de policarbonato soportado por colosales arcos que alcanzan los 43 metros, dando la sensación de que el estadio flota en las tribunas subyacentes. El récord de aficionados que ha albergado se logró justamente el año de su bautismo, con 65.400 hinchas. Carlos Martínez y Michael Robinson serán las voces principales de un equipo compuesto por 60 profesionales.
Televisión Española dedicará hoy siete horas ininterrumpidas al derby. Iniciará su programación especial con Desafío Lisboa (La 1, 18.00) al mando de Jesús Álvarez, en el que participarán los exfutbolistas Rafael Martín Vázquez y Abel Resino. Con el pitido inicial, el relato del partido correrá a cargo de Juan Carlos Rivero, acompañado por Manuel Sanchís y José Antonio García Calvo. En total, la corporación desplaza a Lisboa a 96 profesionales.
Sport TV ha encargado la producción de la señal oficial a Mediapro, que utilizará 33 cámaras —entre ellas una spidercam suspendida con un sistema de alambres para tomar planos desde el aire, y dos superlentas para la repetición de las jugadas—, además de tres unidades móviles y un helicóptero. La productora movilizará a más de 130 profesionales y empleará medios técnicos. Televisiones de todo el mundo narrarán el partido desde las 80 posiciones de comentaristas instaladas para la gran verbena de la Champions.
Fútbol y fondos públicos
Los sindicatos de RTVE se proponen vigilar de cerca la función que desempeñará cada uno de los profesionales de la corporación trasladados a Lisboa para cubrir la final de la Champions. Tras denunciar que en el dispositivo se ha incluido a 20 directivos, la sección sindical de UGT ha advertido de que llevará ante la Fiscalía a todos aquellos que “no tengan asignadas funciones claramente demostrables” por “malversación de dinero público”.
La corporación ha movilizado a 96 profesionales (75 para TVE y la página web de RTVE y 21 para RNE). Estos equipos pertenecen a los telediarios, el área de deportes y medios interactivos. Matiza RTVE que del personal desplazado solo cuatro profesionales ocupan cargos directivos: los directores de deportes de la televisión y de la radio, el jefe de producción de deportes de TVE y el responsable de informativos no diarios. Y todos tienen una tarea asignada.
Los sindicatos, sin embargo, aseguran que se desplazarán 120 personas, algo que “eleva los costes a niveles indecentes”, según UGT. En la misma línea, el sindicato SI afirma que el despliegue es “desproporcionado”, especialmente teniendo en cuenta la compleja situación financiera de la corporación.
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