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PEPA BUENO Periodista de la cadena SER

“La radio ha sido el Internet de mi generación”

Rosario G. Gómez
 Pepa Bueno.
Pepa Bueno.Luis Sevillano Arribas (© Luis Sevillano)

Pepa Bueno (Badajoz, 1964) se incorporó en septiembre de 2012 al magacín matinal de la cadena SER Hoy por hoy, el programa más escuchado de la radio en España con casi tres millones de oyentes diarios. Apasionada, incisiva y temperamental, conduce la parte dura del programa. La más madrugadora, la que desmenuza la información, alberga las entrevistas más impactantes y se sumerge en la tertulia política. Con motivo del día mundial de la radio, que hoy celebra Naciones Unidas, la periodista analiza el estado de un medio que cada día sintonizan 25 millones de españoles, a una media de 110 minutos por cabeza.

“La radio tiene la facilidad de colarse en cualquier sitio. Ya no tiene fronteras. Gracias a Internet se puede escuchar en los lugares más lejanos. Con tantos españoles en la diáspora, los datos indican que el 14% de la audiencia ya nos escucha a través de la Red. Es espectacular”, comenta Bueno, que considera que “la radio ha sido el Internet” de su generación. “Siempre ha estado ahí. Y hoy es una buena ocasión para recordar que está muy viva, es rápida y contemporánea. Hay quien dice que la radio es lo que más parece a Internet, pero yo creo que es al revés, que Internet es lo que más se parece a la radio”.

Rapidez, instantaneidad y cercanía son, según la periodista, las cualidades de un medio que está “más cerca” de la audiencia que la televisión, donde ha trabajado durante dos décadas. “He vuelto a la radio y he descubierto que el nivel de exigencia de los oyentes es altísimo. Están muy atentos y son muy participativos”, reflexiona. Y pone como ejemplo la microsección ‘Diario de la crisis’, un formato “sencillo para que el oyente cuente su experiencia, buena o mala, o para que se reinvente profesionalmente. Mucha gente ha tenido una idea de por dónde tirar escuchándose unos a otros. Se ha convertido en un potente altavoz, una plataforma espectacular, una especie de red social que pone en contacto a la gente”, apunta Bueno, que comparte Hoy por hoy con Gemma Nierga, responsable del segundo tramo.

Observa que las nuevas tecnologías han alterado el papel de los informadores profesionales. “Antes, los periodistas teníamos la exclusividad del qué, el quién, el dónde y el cuándo. Esta información le llega ahora al ciudadano por mil canales. Pero conservamos la exclusividad del cómo y el por qué. La gente quiere información analizada, interpretada, contextualizada. Y en un momento como este, en el que hay una inundación de noticias, hay que elegir y seleccionar muy bien lo que es relevante. Tenemos la obligación de apostar, tener una agenda propia. El periodismo sobrevivirá con calidad y agenda informativa propia”.

Activa colaboradora de Reporteros sin Fronteras (es madrina de una periodista iraní encarcelada) denuncia la alarmante falta de libertad de prensa en el mundo. “Lo grave es cuando está en juego la libertad física del periodista. Pero hay anomalías en muchos países. Incluso en España. Es preocupante la escasísima presencia del presidente del Gobierno ante los medios. Eso es malo para el país, para los ciudadanos y para el propio Rajoy. Que se someta al escrutinio de la prensa forma parte del juego democrático”, dice la periodista, que confía en que el presidente del Ejecutivo conceda entrevistas con profundidad. Cuestiona, por eso, a aquellos políticos “que solo tienen presencia cuando se celebran campañas electorales”.

También es muy crítica con el proceso político que ha llevado al cierre a la Radiotelevisión Valenciana. Bueno afirma que, sin entrar en el debate de si son necesarias 17 cadenas autonómicas, “es terrible que el poder deforme un servicio público hasta hacerlo irreconocible y luego lo cierre”. “Es un aviso a navegantes: entregar la independencia al poder político no sirve de nada. Quienes entienden los medios como un aparato propio, cuando no les son útiles, los tiran”.

El apagón adoptado por el Gobierno valenciano, unido a la crisis publicitaria que azota a los medios de comunicación, han tenido efectos devastadores en el sector. “Como negocio, la radio ha navegado bien en esta crisis, pero estamos en mitad de la tormenta y no se sabe muy bien quiénes van a salir a flote. La desaparición de medios afecta a la pluralidad. La crisis ha dejado en el camino a una generación de periodistas muy jóvenes. Estamos inmersos en una paradoja: la crisis no deja entrar a los jóvenes y está sacando a los veteranos, los que ponen perspectiva sobre la realidad. Una redacción necesita los ojos frescos del que llega y los del que ha visto muchos cambios de Gobierno”.

Acostumbrada a contabilizar su tiempo por las señales horarias, se ha habituado a levantarse a las tres de la mañana. Y ha redescubierto el poder de la radio hablada, su credibilidad y su influencia. “He dirigido el Telediario de las nueve de la noche en TVE y no tiene el mismo impacto que Hoy por hoy. La repercusión de lo que contamos a las ocho de la mañana me sorprende hasta a mí”. Su receta: “La radio se hace con información y mucho amor”.

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