Llega el ‘teleculebrón’

En los años noventa, las telenovelas latinoamericanas causaron furor en España. De aquella época dorada quedan títulos antológicos como Cristal, La dama de rosa o Doña Beija. Algunas alcanzaron tal impacto que engancharon a millones de seguidores y fueron un auténtico fenómeno social. El nacimiento de las privadas y la irrupción de novedosos programas de entretenimiento llevaron al género a una cierta de decadencia, aunque todavía quedó sitio para algunos éxitos sonados (Pasión de Gavilanes, Betty la fea). TVE ha mantenido los culebrones hasta el verano pasado. Ahora no queda ni rastro. Las tardes de La 1 son monopolio de Toñi Moreno y su polémico Entre todos.

La TDT ha reactivado un género que parecía finado. Hasta el punto de que Mediaset le dedicará íntegramente uno de sus canales (La Siete). Televisa, el coloso mexicano, alimentará una parrilla en la que modernas producciones convivirán con las más clásicas. Ambas empresas han firmado “un acuerdo estratégico de colaboración” para los próximos tres años (las obras de Televisa formaban parte del paisaje de La Sexta 2 en los tiempos en los que el grupo mexicano era accionista de referencia de La Sexta).

La nueva etapa de La Siete arrancará el 14 de febrero —Día de San Valentín—, fecha no elegida al azar y a la que hacen honor títulos como Porque el amor manda, De que te quiero, te quiero, Destilando amor, Quiero amarte, El triunfo del amor... Mediaset afirma que La Siete explotará todas las temáticas: el suspense, la intriga, la acción, la aventura y las historias basadas en hechos reales. En su dial coexistirán “antihéroes de hoy día y heroínas del siglo XXI”, explica la cadena.

Con esta reorientación, Mediaset entra a competir de manera directa con Nova, la temática de Atresmedia que tiene en los culebrones latinoamericanos su punto fuerte. En 2013 una de las emisiones triunfales fue Soy tu dueña (más de 750.000 espectadores) y en el último enero La patrona ha alcanzado 793.000. “Cada tarde, de lunes a viernes, es la temática más vista con su oferta de telenovelas. Por delante incluso, en ocasiones, de algunas generalistas”, dice Atresmedia. Nova cerró 2013 con el 2,1% de cuota de pantalla, mientras que La Siete obtuvo el 1,2%.

Para muchos productores de series diarias, la industria latinoamericana es un referente ineludible. “Las telenovelas cuentan historias envueltas en sentimientos universales”, comenta Josep Cister, directivo de Boomerang, productora que tiene a sus espaldas 750 capítulos de El secreto de Puente Viejo en la sobremesa de Antena 3. Cister observa diferencias. Al otro lado del Atlántico estos contenidos se programan en horario de máxima audiencia y suelen tener entre 120 y 190 capítulos. Cuando acaba uno arranca otro. La rueda no para.

Además de ser productos relativamente baratos, las cadenas buscan, ante todo, la fidelidad del público. Los culebrones son un instrumento privilegiado para lograrlo. “Tienen un diseño que permite maximizar los sentimientos de los personajes. Los sentimientos son el motor de la vida y eso cualquier espectador lo entiende”, afirma Cister. Heroínas y villanas no deben faltar en una telenovela que se precie. Para que enganche, una telenovela tiene que “crear momentos de tensión, inesperados, pero también ir un poco más allá. Hablar de la gente y de cómo es la gente y hacer cada vez cosas un poco más atrevidas”, comentaba el dramaturgo Josep Maria Benet i Jornet, creador de Amar en tiempos revueltos (TVE) o Poblenou (TV3), en La Vanguardia.

El público español ha demostrado su respaldo a las historias en las que hay engaños, traiciones e intrigas. Pero se ha decantado por las hechas en casa. Para el directivo de Boomerang, las series nacionales “están en buena forma y dan imagen de marca a una cadena”. Añade que las que se empaquetan en formato culebrón suele abordar los problemas del lugar en el que se emiten. Quizá por eso resulta sorprendente que obras como El secreto de Puente Viejo —que arranca en Asturias, a finales del siglo XIX— haya impactado con fuerza en Italia. En ese país, Mediaset emite de lunes a sábado este serial en la sobremesa y los domingos se desplaza al horario estelar, con audiencias que rondan los cuatro millones. “Es una historia universal: el periplo de una mujer en busca de su hijo, un amor imposible y la lucha por superar los obstáculos de una época para que las mujeres ejercieran una profesión”, apunta Cister.

Entre el alud de contenidos de Televisa —una de las principales factorías de telenovelas del mundo junto a la brasileña O Globo— habrá formatos para todos los públicos. Mediaset los empaquetará en función de tres grandes grupos demográficos: para las mujeres entre 18 y 35 años irán dirigidas las piezas contemporáneas, atrevidas y rompedoras, mientras que los romances y las producciones de acción se destinarán a las que tienen entre 25 y 45 años. Para la audiencia (siempre femenina) de más edad La Siete propone dramas y seriales de corte histórico.