El fin de fiesta según Camila

La joven artista y performer barcelonesa expone su último proyecto en la galería H2O: Mucha Mierda. Es el resultado de un año de peregrinaje por diversas fiestas populares, religiosas o paganas, como San Fermines, la Tomatina, las Fallas valencianas, la Feria de Abril en Sevilla o el Bando de la Huerta en Murcia, retratando "el paisaje después de la batalla", lo que queda cuando todo se acaba: basura, charcos de confeti, globos deshinchados, vasos de plástico... Y con todo, Cañeque consigue hacer bello lo feo, arreglar -sólo visualmente- el desastre, ordenar el desorden, el caos (las composiciones nos recuerdan a pinturas de Pollock). 

Cañeque nos cuenta cómo fue y lo que sintió en el proceso de trabajo: "Al ejecutar una acción no esperada, los que quedaban por allí me preguntaban mosqueados ¿Qué haces? Incomodidad del público, extrañamiento. El público eran, claro está, los borrachos, los semidurmientes, los últimos en irse a dormir: los peores. El sonido eran gritos o peleas. El olor, lo que desprenden los vómitos, la basura pisada, el alcohol derramado. Curiosamente, a pesar del panorama, les parecía muy raro que quisiera mezclarme con la mierda e intentaban impedírmelo." Tratando de trazar una extraña cartografía de las costumbres, Camila se retrataba en fotografías cenitales entre lo que quedaba cuando el momento ya había pasado, mezclada entre los restos todavía calientes de la celebración.

"Ser una decepción" / "Habitar en la zona gris entre el personaje y la persona" / "Habitar un espacio y ser una mancha, un ente desplazado, descontextualizado"

El resultado son fotografías (no olvidar visitar la fotogalería) que capturan un cuerpo de forma fragmentaria "de la misma forma que está fragmentado el espacio fotografiado". La exposición en la galería H2O se recorre a través de una instalación estructurada: un silencio inicial, con las fotografías-alfombras en el suelo de la galería. "Orden". En la segunda y alejada sala, hay una instalación de una pieza sonora compuesta por el registro del sonido directo -editado y mezclado- de cada fiesta, y los restos de la performance ¿Fiesta? que remite al lugar de los hechos, "al desastre".

Mucha Mierda es uno de los 34 nuevos proyectos que prepara Cañeque y que se aglutinarán en una web. "Será una reinvención del territorio español, un mapa imaginario donde se colocarán 34 ventanas, o más bien agujeros." El sitio se llama www.thenumberyouhavedialedisnotavailable.com y se irá rellenando progresivamente.

Cuando buscamos información sobre ella, encontramos en internet el trazo de su anterior proyecto Our Dresses, el relato de un viaje por Estados Unidos vestida de flamenca durante 27 días (número de letras del alfabeto español por la ñ) recorriendo el país, on the road, por ríos salvajes, pueblos temáticos, montañas nevadas y campos de maíz. Perdida por ciudades como Chicago o Idaho Falls, Austin o San Francisco.

Nos cuenta cómo fue: "Desde el aeropuerto de El Prat me fui con el vestido de flamenca puesto, los pendientes rojos, el clavel en el pelo y el abanico. Milagrosamente, el JFK no hizo preguntas, el policía de la aduana se limitó a mirar. El primer día, caminando por el Lower East Side, una mujer de la BBC sí que preguntó, entusiasmada. ¿Dónde es el flamenco show? No habrá ningún show. Así empezó el viaje del traje a la deriva, siendo una decepción". Camila Cañeque parece revivir el souvenir que millones de turistas han llevado a sus casas, inmortalizando sus vacaciones por el territorio español invirtiendo los roles. Después del periplo americano, la artista realizó una larga gira por ferias de arte, desde Nueva York hasta Miami, pasando por la Bienal de Venecia y Documenta en Kassel: "El personaje necesitaba mostrar sus conclusiones, así que lo resucité. Llegaba sola al lugar, caminaba por los pasillos y, al final, decidía que no había otra salida. (Dead End significa Callejón sin Salida) y me tiraba por los suelos, donde permanecía horas".

Performance en la Bienal de Cerveira.

Una parada fue en ARCO de este mismo año 2013 donde su performance fue prohibida. Es evidente que no pedir permisos conlleva ciertos riesgos. Sobre el episodio ARCO, sólo añade que "al final, la censura es un termómetro que indica que algo pasa, que algo va mal y es preferible esconder".

Continuará...