De patrulla por la ciudad
Las cadenas se empotran en las unidades policiales y de emergencias La Sexta emite ‘Policías en acción’ y TVE prepara ‘24 horas en la calle’
En 1994, Antena 3 estrenó —en horario de madrugada, eso sí— uno de los formatos de docushow pioneros de la televisión: la serie estadounidense Cops (Polis). Equipos ligeros de vídeo empotrados en las brigadas policiales grababan para la cadena Fox las rondas por las calles del condado de Broward (Florida). El éxito hizo que pronto las cámaras se desplazaran a algunos de los lugares más conflictivos de Estados Unidos. Siempre buscando acciones de impacto. En Cops no había actores ni tampoco un guion que seguir. Las intervenciones policiales —un atraco, una redada por droga, una pelea doméstica, un crimen en plena calle, una persecución arriesgada— marcaban el contenido de cada programa. Y también el ritmo. Impetuoso y desenfrenado.
Tomando como modelo aquel viejo programa (se comenzó a grabar a finales de los años ochenta), La Sexta ha estrenado hace dos semanas Policías en acción, un espacio que “desgrana de una forma totalmente aséptica” el trabajo cotidiano de policías y guardias civiles, según sus responsables. Este docu-reality (domingos, 21.30) se asienta sobre un montaje trepidante gracias a las imágenes que proporcionan las cuatro cámaras que graban las actuaciones policiales. Y siempre con un objetivo: “Mostrar sin maquillaje la labor diaria de nuestras fuerzas de seguridad”.
Los reporteros no interfieren la labor policial, subrayan las televisiones
A este género se ha apuntado también TVE. La cadena pública prepara 24 horas en la calle, un formato que seguirá de cerca la labor de los cuerpos de seguridad y emergencias: Policía, Guardia Civil, Fuerzas Armadas, bomberos, sanitarios. Varios equipos, explica la cadena, grabarán el día a día de estos profesionales que se enfrentan a “actividades delictivas, rescates e investigaciones”. Realizado en colaboración con la productora Globomedia (Águila Roja, El barco, Luna, El club de la comedia), TVE promete imágenes “de gran realismo e impacto”, pero “bajo la premisa del rigor y el máximo respeto a la dignidad de las víctimas”.
Estos formatos tienen mucho de espectáculo y poco de documental. Una de las claves de su atractivo es la edición y el montaje de las imágenes. Muchos de los planos son subjetivos: sitúan al espectador en el lugar de los agentes. En cada capítulo, Policías en acción —producido por New Atlantis, la misma empresa que realiza Españoles en el mundo para TVE— relata una media de ocho casos. Esta noche, el programa va de patrulla en Valencia con el Grupo Delta de motos, la policía madrileña interviene tras una reyerta en la que han sido agredidos varios dependientes chinos, la unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de Alicante detiene a miembros de una misma familia después de abrir la puerta de entrada al domicilio de un disparo y otro equipo arresta a ladrones de poca monta que han asaltado una clínica dental.
“Programas de este tipo ha habido varios, pero ninguno con este enfoque innovador. La acción está narrada por los propios policías, que son los que van exponiendo lo que está ocurriendo”, dice David Ortega, director de Policías en acción. Los reporteros comparten con los agentes el espacio físico, pero sin interferir en su trabajo, insisten sus responsables. Se lanzan acuciosos a las persecuciones —presentadas a menudo con una estética y una música demasiado peliculera—, graban las conversaciones de los agentes que se disponen a iniciar una intervención, registran los gritos de los detenidos sorprendidos in fraganti. Los momentos cumbre se producen cuando los agentes ajustan las esposas o leen los derechos que asisten a los detenidos. Ante la proliferación de estos formatos la cuestión es hasta qué punto las imágenes pueden vulnerar los derechos de los sospechosos o de sus familiares.
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