Reabre ‘España directo’

Televisión Española recurre a un viejo formato para intentar reactivar las tardes de La 1, especialmente castigadas durante toda la temporada. La vuelta de España directo, ocho años después de su estreno y dos de su retirada, pone de manifiesto la limitada capacidad de la televisión pública para crear formatos originales. En esta etapa, además de los cambios estratégicos de rigor (decorados, sintonías), el programa de reportajes tendrá nuevos presentadores: Marta Solano y Albert Barniol. Estará hecho por la cadena —desde los estudios de Prado del Rey—, aunque la producción ejecutiva la ocupará Ricardo Medina, vinculado al magacín desde los primeros tiempos.

En sus orígenes, España directo aspiraba a ser una radiografía social del país. Ahora, con el empuje de las nuevas tecnologías, apela además a la colaboración ciudadana. Para la directora de Contenidos y Programación de TVE, Montse Abbad, es una "representación clara de una televisión de calidad, pegada a la actualidad, en directo y con la participación de todos".

Durante casi dos horas (18.30 a 20.15) contará historias sociales, recorrerá las fiestas de los pueblos, elaborará recetas de cocina con los concursantes de MasterChef y hablará del tiempo, ese tema tan socorrido cuando aprieta el calor. Barniol promete sorprender en la información meteorológica, que contará con el amparo de los espectadores a la hora de tomar la temperatura del país. Los reporteros portarán una mochila 3G para facilitar las conexiones, se ofrecerán imágenes submarinas de la costa y helicópteros controlados por radio frecuencia tomarán vistas aéreas.

TVE considera que España directo simboliza los valores de la cadena: "Información de servicio público, entretenimiento, participación ciudadana y difusión de nuestra cultura". Pero el programa tiene en su currículo una larga ringlera de polémicas. La primera llegó con la adjudicación de la producción a Mediapro, lo que puso en pie de guerra a los trabajadores del entonces ente público. Después pasó por los tribunales (Telemadrid acusó a TVE de haberle copiado Madrid directo) y en 2011 el Consejo de Administración de RTVE decidió no prolongar el contrato de un espacio que, además de resultar demasiado caro, había comenzado ya su declive. El proceso de desgaste se dejó de notar en las audiencias. Cuando se retiró de la parrilla rondaba el 11%. Hace dos años era un resultado bastante malo (estaba por debajo de la media), pero hoy TVE explotaría de alegría si lograra esa cuota.