“Soy la Julian Assange del barrio”

De Amy Jellicoe, la protagonista de Iluminada, se pueden decir muchas cosas. Cínica, cáustica, manipulativa, alucinada, con déficit de atención para otros, pero siempre pidiendo la tuya. Ahora bien, no se puede decir que no lo intente. “Y por mucho que la tires abajo, allá que vuelve a la carga. Desde ese despertar espiritual que siguió a su colapso nervioso en el primer episodio está dispuesta a cambiar el mundo que la rodea. Y si su madre y su exesposo no se dejan, ahora piensa intentarlo con el planeta y el mundo en general”, resume divertida Laura Dern, la actriz que da vida a este terremoto espiritual.

Este es el punto de partida de la segunda temporada de Iluminada, la serie que comienza su nueva emisión mañana (21.30, Canal + 1). Una segunda temporada más corta, con tan solo ocho episodios, y con la que concluye una serie ganadora del Globo de Oro a la mejor actriz (Dern) y alabada por la crítica y aquellos que la seguían. Una pena que este segundo colectivo nunca pasó de los 200.000 espectadores durante la emisión de su segunda temporada en EE UU. “Es curioso porque ningún otro trabajo a excepción de Parque Jurásico —y entre los niños que se me acercaban para decirme si era la señora de los dinosaurios— ha causado tal fervor entre el público como el que ha generado Iluminada. Nunca tanta gente se me ha acercado para decirme lo mucho que se alegraban de que al menos Amy llamara las cosas por su nombre”, comenta Dern de un personaje que creó junto a su amigo, el director, guionista y actor Mike White.

Esta es la primera serie de televisión para una actriz de 46 años, un trabajo que la intérprete de Corazón salvaje describe como uno de los que más ha disfrutado, entre otras cosas por la posibilidad que le ha dado el formato televisivo de profundizar y conocer a su personaje. “A estas alturas Amy es como mi hermana. Un recordatorio de lo que podemos ser, la chica a la que tomamos el pelo, de la que nos reímos, pero que luego es quien pone las iniciativas en marcha, recoge las firmas, escribe la carta y consigue lo que quiere. O casi”, explica.

El “o casi” es la mejor definición del tono tragicómico de esta comedia que, como Curb your enthusiasm antes que ella, o ahora Girls, han redefinido el formato televisivo de media hora, en general dominado por las comedias de situación al uso. White asegura que no existe nada perverso ni oscuro en el cambio, simplemente una comedia que sale de un lugar más real que la mayor parte de las sitcoms que se ponen en antena. “En la televisión generalista quieren que sus comedias sean divertidas todo el tiempo, y los dramas, sangrientos. Nosotros preferimos acercarnos a lo que es la vida realmente, esa mezcla entre el absurdo y el pathos en el que nos movemos”, afirma el autor y actor, que comenta que prefiere hacer cosas contemplativas de la vida en la que nos movemos a “productos” que simplemente distraigan en lugar de hacer preguntas.

Si en la primera temporada de Iluminada el personaje de Amy intentó mejorar la vida a los que tenía más cerca, en esta segunda el arco tiene un mayor alcance, convirtiéndose así en la “Julian Assange del barrio”, explica en referencia al fundador de Wikileaks. Porque como dice White, alguien como Amy, una mezcla de Lucille Ball y Norma Rae, no se puede limitar a ayudar en el colectivo del barrio pudiendo ser Juana de Arco. “Esta vez se preocupa más de la corrupción corporativa, convertida en el que levanta la manta de un gran escándalo en el seno de su empresa”, cuenta Dern. Un arco argumental que White tenía pensado para la primera temporada, pero que prefirió retrasar para desarrollar más las relaciones personales de su protagonista con los de su alrededor, incluida su madre, interpretada por la verdadera madre de Dern, Diane Ladd. “Esa es la parte más asombrosa de la serie, ver a mi madre, que de normal te abraza a los cuatro segundos de conocerte, contenerse como lo requiere su personaje; y eso teniendo a su propia hija delante”, comenta la actriz hija del también actor Bruce Dern.

White todavía tenía una tercera temporada en su cabeza, pero la cadena HBO, productora de la serie, no la vio factible. Dern aprovechará el parón para poner en orden su propia vida, leerse esa cantidad de libros que ha dejado a la mitad, como le critican sus ex (el último, el músico Ben Harper) y volcarse en la meditación trascendental y en la lucha con los alimentos genéticamente modificados.