El grafiti en 3D de Nuria Mora

Tres lustros lleva la artista artista madrileña Nuria Mora decorando las calles con sus grafitis nada convencionales, obras realizadas con pintura, no con spray, figuras geométricas, abstractas, de colores planos, que ocupan las desconchadas paredes de muchas ciudades. Con su arte efímero Mora se plantea preguntas sobre el mundo que la rodea, sobre donde empieza y termina la libertad —"¿Por qué molesta tanto el graffiti, cuando la publicidad es mucho más abrasiva?"—, sobre su lugar en la sociedad, sobre el mercado del arte. "El mercado del arte se empeña es estetizar el grafiti, amortiguando su carga política, vendiendo reproducciones de calle a precios de palacio. No se pueden vender helados en el polo norte. Si quieres calle hay que dejar el sofá y salir a ver tu ciudad y comprobar que es mucho mas gratificante sustituir el valor de uso por el valor de cambio", afirmaba Mora en una entrevista para Wooster Collective, sitio en internet de arte urbano que cumple ahora 10 años.

Nuria Mora nos cuenta que el grafiti para ella es un "medio de expresión vital" que empezó cogiendo un día una brocha "sin más, sin plantearme nada más que una forma de expresarme. Con el tiempo aprendí a leer la calle y a plantearme ciertas preguntas"

Su currículo cuenta que en 2006 intervino la embajada de España en Tokio; que en 2008 expuso en la Tate Modern de Londres y en la Fundació Miró de Barcelona; en en 2010 participó en una residencia en Nirox Arts Fundation en Johannesburgo, Sudáfrica. A caballo de 2011 y 2012 participó en la exposición colectiva Grafika en el Instituto Cervantes en Madrid; en 2011 participó en el proyecto Safewalls del Circo del Sol. El año pasado junto a su Equipo Plástico —formado por Mora, Nano4814, Sixe y Eltono— expuso Beijing. Estas son algunas de sus exposiciones oficiales. Las otras, las intervenciones urbanas se pueden encontrar en muros y paredes de infinidad de ciudades. "Sigo pintando en las calles y lo haré mientras me divierta. Elijo las localizaciones mientras voy de un lado a otro, casi siempre me muevo a pie y suelo tener un mapa imaginario de sitios en los que me interesaría pintar. La verdad es que nunca me he quedado con ganas de pintar un sitio, incluso cuando por diversas razones he dejado de hacer una pieza en un sitio y al final otro la ha pintado he estado muy pendiente de ver cuando el ayuntamiento la repintaba para ser yo la primera".

Las formas geométricas y las vegetales son sus señas de identidad, las utiliza indistintamente "No hay un paso de uno a otro gratuito, solo las combino como ejercicio plástico y con ellas propongo una reflexión espacio temporal. Me gusta la idea de dedicar muchas horas a algo que va a desaparecer y no es mio. A través de esta acción te apropias del lugar". Sus geometrías visten las paredes de colores ¿Tienen significado? "Si claro el verde: esperanza !jajaaaja!, no, es broma. Los colores tienen su sentido plástico, van en función del soporte".

Vídeo realizado para Punto volado en Delimbo.

En 2011 las marquesinas de Madrid se llenaron de flores de colores con las piezas en tres dimensiones realizadas con la técnica oriental de plegar papel, el origami. La misma técnica que utilizó para la pieza con la que decoró el stand dedicado al arte urbano en EL PAÍS en ARC0 2012 junto a Suso33, Sixeart, Spok, 3ttman y Neko. "Me enseñó mi madre, es muy habilidosa, casi todo lo que sé al respecto de técnicas lo he aprendido de ella, por ejemplo el stand de EL PAÍS que estaba hecho de estrellas de papel lo resolví técnicamente por que estuvo a mi lado durante el montaje. Y estoy muy contenta de que ahora esté haciendo programas de manualidades en el canal de Casa de Canal +, se llama Lilla Moreno y es la bomba". 

Ahora Mora expone en Sevilla, en Delimbo, galería a la que vuelve tras participar el año pasado en la muestra Hecho en Madrid junto a Suso33, Neko y Nano4814. La muestra se titula Punto volado, simplemente "Una metáfora para presentar una coleccion de obras", y reúne obra nueva, esculturas, dibujos y pinturas, "nada de intervenciones urbanas".

Al final preguntamos a Nuria Mora por sus planes de futuro, a lo que contesta: "El futuro no existe, pero por favor que me lo traigan con nata".