“Los espíritus siempre me han dado un poco de miedo”
La actriz interpreta a Alba, la protagonista del 'remake' de Telecinco de la serie 'Entre fantasmas'
Se curtió haciendo anuncios de muñecas de la Nancy, pero esta rubia de ojos azules sabe hacer más cosas. Por ejemplo contactar con los fantasmas y ayudarles a dar ese último empujoncito hacia la vida eterna. La actriz Patricia Montero (Valencia, 1988) encarna desde la semana pasada el espíritu de la nueva serie de Telecinco, El don de Alba, que se estrenó con algo más allá de un 13% de share. O lo que es lo mismo: 2.482.000 espectadores que siguieron de cerca el estreno del remake de la exitosa ficción de la CBS Entre fantasmas. La nueva apuesta de la cadena de Mediaset para la noche de los martes y que está producida por Disney.
Pregunta.- Por aclarar. Muchos fans de la trama original se quejaron en el estreno de que la serie es una mera copia de la original. ¿Algo que alegar?
Respuesta.- No es una copia sino una adaptación. Es una serie parecida a Entre fantasmas pero tiene cosas nuevas y lo más importante es que tiene el sello español y creo que hay que apoyar a la ficción española porque también podemos hacer cosas buenas. Si realmente les gustó la serie original, les pediría que le den una oportunidad a El don de Alba.
P.- ¿En qué se diferencian, pues, Melinda Gordon y Alba Rivas?
R.- Físicamente, en lo obvio: ella es morena; yo rubia. Es más mayor que yo y además es una médium profesional. Alba solo ve a los muertos, hasta que muere su abuela en el primer capítulo y no le queda más remedio que hacerse cargo de ellos. Lo bonito de la serie es el arco de los 13 primeros episodios y cómo, poco a poco, la protagonista va a aceptando su don.
La serie es parecida a Entre fantamas, pero tiene cosas nuevas y lo más importante es que tiene el sello español
P.- Y usted, ¿cuál tiene?
R.- Dicen que tengo el don de cocinar bien.
P.- ¿Qué ha aprendido durante este tiempo de los espíritus?
R.- La serie El don de alba ha creado un antes y un después en mi forma de ver este tipo de cosas, que siempre me dieron un poco de miedo y sobre todo mucho respeto. Se lo sigo teniendo, pero el miedo ya se me ha quitado. Creo que puede haber algo más allá, ¿por qué no?
P.- ¿Tuvo alguna experiencia sobrenatural mientras se preparaba para el papel?
R.- Estuve leyendo mucho sobre fenómenos paranormales, sobre todo testimonios reales de gente que había vivido algún tipo de experiencia para ir entrando en materia ya que el tema me era completamente ajeno. Hubo muchas noches que me costó dormir porque había algunos que eran realmente fuertes. Recuerdo, por ejemplo, el de una chica que había estado en coma y se había visto postrada en la cama. Lo contaba de una manera que se te ponían los pelos de punta. Luego, al ir leyendo más cosas, me fui cada vez interesando más por el asunto del más allá.
P.- Y el fantasma de Jennifer Love Hewitt, ¿se le apareció en algún momento?
R.- Desde el primer instante, las indicaciones que tuve fue hacer un personaje diferente, de intentar llevarlo por otro camino y, sobre todo, no condicionarme por el original. Sí que es verdad que cuando me propusieron hacerlo, pensé: “Dios, es una serie que conoce todo el mundo y Jennifer Love Hewitt es hiperconocidísima”. Esto, claro, te causa un poco de respeto pero, insisto, El don de Alba es una serie diferente, con otros matices.
P.- ¿Veía Entre fantasmas?
Estuve leyendo mucho sobre fenómenos paranormales para prepararme el papel
R.- Durante las primeras semanas de rodaje, no. No quería condicionarme. La grabación estuvo interrumpida durante un mes para ver qué tono se le daba al guión; empezamos en enero y terminamos en agosto. Una auténtica locura. Pero cuando tuve a mi personaje encaminado sí que refresqué algunos capítulos. De hecho, me compré varias temporadas para ver cómo lo habían resuelto ellos, cómo eran los decorados, etc.
P.- ¿Tiene algún personaje favorito?
R.- La abuela de Melinda Gordon me parece que traspasa la pantalla. La secuencia que ella descubre que su abuela está muerta es uno de los momentos más chulos de toda la serie.
P.- ¿Se imagina con sus poderes?
R.- Menudo marrón.
P.- Vamos, échele imaginación. ¿A qué fantasma ayudaría?
R.- (Se lo piensa) Como ésta es una serie de Disney, ayudaría a Casper.
P.- ¿Y no usaría su don para resucitar otras series como BuenAgente, donde participó?
R.- En BuanAgente estuve rodeado de auténticos cracks de la comedia y aprendí muchísimo. Hacer comedia es muy, muy difícil; más que hacer drama.
P.- La serie se fue del mundo sin avisar. ¿Teme que le ocurra ahora algo parecido?
En España no estamos faltos de ideas, aunque se arriesga poco y se va a productos seguros
R.- Es algo que prefiero no pensar; detrás de El don de Alba está el trabajo de muchísima gente: productores, guionistas, maquilladores... me daría muchísima pena. Aunque han cuidado muchísimo el producto y seguro que aguanta los 13 capítulos de sobra. ¿Y si no? Pues así funciona la televisión. Estas cosas pasan, hay que aceptarlo.
P.- Se nota su pasado como campeona de España y subcampeona de Europa de danza acrobática. Tiene buena cintura para esquivar los golpes.
R.- Ahora practico yoga y salgo a correr. El deporte me ayuda a tener la cabeza sobre los hombros.
P.- Su gran salto artístico lo dio con Yo soy Bea, que es la adaptación de la serie colombiana Yo soy Betty, la fea. ¿Estamos en España faltos de ideas?
R.- Para nada. Aquí hay directores y guionistas maravillosos. Lo que pasa es que se tienen que dar más oportunidades a gente que propone guiones e ideas nuevas y arriesgarse un poco más. Hay cosas que merecen mucho la pena como los festivales de cortos que son una auténtica pasada y que demuestran que no estamos faltos de ideas. Entiendo que arriesgar dinero en estos momentos es complicado y que es más fácil apostar por un producto seguro más que por algo que no ofrece esas mismas garantías. Pero si arriesgas, el espectador lo acaba valorando.
P.- Con usted lo tuvieron claro desde el principio. Su primer cásting fue a los 5 años, ¿cómo lo recuerda?
R.- Me acuerdo que llegué, me preguntaron y empecé a contar mi vida (se ríe). Me cogieron. De pequeña, al contrario que otras niñas que iban obligadas por sus padres, me lo pasaba pipa haciendo estas cosas. En aquella época, hice varios anuncios de la muñeca Nancy.
P.- ¿Conserva aún el espíritu de aquella niña?
R.- Dicen que sigo teniendo la mima cara aunque yo creo que no. Por lo demás, mantengo las mismas ganas y la misma pasión que entonces por las cámaras.
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