El circo de la cobertura de la noche electoral en Estados Unidos

Reelegir al primer presidente afroamericano de la nación no despierta tanta expectación como elegirlo por primera vez. Al menos en televisión. En la noche del martes, 66,8 millones de personas vieron la cobertura electoral en las cadenas norteamericanas. Fueron 4,7 millones de espectadores menos que en 2008. En total, 13 cadenas retransmitieron la noche electoral. La ganadora: NBC, que se está convirtiendo en la triunfadora de la temporada en Estados Unidos.

La noche electoral dio para mucho. Entre lo más memorable, una guerra civil emitida en directo por el canal conservador Fox News. La cadena le otorgó el Estado de Ohio a Barack Obama antes que ninguna otra. Karl Rove, arquitecto de la victoria de George Bush en 2000 y ahora comentarista de Fox, contestó esa previsión inmediatamente. “Esto es prematuro”, dijo. Ante la beligerancia de Rove, los presentadores se vieron obligados a preguntar a sus analistas y a reafirmarse en su predicción.

Fox News estaba en lo correcto. Tenía fuentes fidedignas. Rove solo actuaba movido por su propia frustración, y por la incredulidad de la campaña de Mitt Romney, que no se acababa de creer que había perdido las elecciones. “¿Es eso un resultado matemático al que llegas como republicano, o lo haces para sentirte mejor?”, le preguntó la presentadora Megyn Kelly a Rove. Obama se llevó Ohio y nada pudo hacer Rove por impedir su victoria nacional, por mucho que se empeñara.

NBC, una cadena generalista que emite en abierto, logró 12,1 millones de espectadores con un programa presentado por el veterano periodista Brian Williams, según las mediciones de la cadena Nielsen. En segundo lugar quedó Fox News, que se dedica solo a información, con 11,5 millones de espectadores. El tercer puesto fue para otra generalista, ABC, con una cobertura liderada por dos titanes del periodismo, Diane Sawyer y George Stephanopolous.

¿La derrotada de la noche? CNN, que quedó en un discreto cuarto lugar, con 9,3 millones de espectadores. La caída en audiencias de CNN ha ido avanzando paralelamente al descenso de la cobertura de asuntos estrictamente políticos, diplomáticos o bélicos. Su noche electoral fue rica en gráficos, decorados virtuales, mapas interactivos y demás filigranas técnicas. Pero finalmente, los analistas de las cadenas generalistas como NBC y ABC, y los comentaristas conservadores de Fox News tuvieron un mayor atractivo para los telespectadores.

Para al menos clamar victoria en algo, CNN publicó el viernes un estudio de audiencias, con datos también de Nielsen, que aseguraba que fue líder entre los jóvenes de entre 18 y 34 años. Lo cierto es que la cobertura en CNN fue demasiado sobria, comparada con lo que se vio en las demás cadenas. No solo estuvo la guerra civil de republicanos en Fox News. En la generalista ABC, un analista llamado Matt Dowd dijo, sin pestañear: “Estas pueden ser las últimas elecciones en que un hombre blanco se juega la presidencia frente a otro hombre blanco”.

“Debo aclarar que Barack Obama no es blanco. ¿De acuerdo? Tengo noticias: Barack Obama es afroamericano”, tuvo que decir Jake Tapper, el reportero de ABC que se hallaba en Chicago, con la campaña del presidente. Mientras tanto, en Twitter, los cibernautas se preguntaban si Sawyer, la presentadora, había bebido alguna copa de más. La competencia se hizo eco. “¿Estaba bebida Diane Sawyer de ABC durante la noche electoral?”, se llegó a preguntar Fox News.

Con todo ese circo, los periodistas se convirtieron en el centro de la información en la noche electoral. Al final, lo que se resintió acabó siendo la información en sí misma. Por eso, tal vez, la cadena que triunfó, NBC, fue la que se tomó su papel de presentar información más en serio, y la que evitó más estridencias.