En 'Érase una vez' ni fueron felices ni comieron perdices

En Storybrooke nada es lo que parece. Sus habitantes son los protagonistas de los cuentos de hadas más conocidos pero la fantasía parece haberse quedado escondida en alguna parte. Blancanieves, el Príncipe Encantando o Caperucita Roja pasan sus días atrapados en la rutina de un pueblo perdido de EE UU, sin posibilidad de disfrutar de los finales felices que coronaban sus historias y sin recordar quiénes son realmente.

Todo cambia el día que llega al pueblo Emma Swan, una apátrida que también ha tenido de todo menos momentos felices. Ella será la clave para que los vecinos de Storybrooke emulen a Bella Durmiente y despierten de su largo letargo. Así arranca Érase una vez, un drama fantástico que llega este martes a Antena 3 (22.30). Una serie que se convirtió en una de las triunfadoras de la pasada temporada en EE UU y en uno de los valores seguros de ABC, una cadena que encontró en ella y en Revenge el bálsamo al fracaso estrepitoso de la ambiciosa Pan Am.

Creación de Edward Kitsis y Adam Horowitz, guionistas de Perdidos, Once upon a time supo ganarse el favor de los fans de los cuentos de hadas y de los nostálgicos de Lost, que vieron como los 22 capítulos de la primera temporada estaban salpicados de múltiples referencias al drama isleño, desde la presencia de los célebres números malditos o la participación de actores como Emilie de Ravin o Alan Dale. Dos integrantes de un amplio reparto  encabezado por Jennifer Morrison (House), Lana Parrilla (Miami Medical), Ginnifer Goodwin (Big Love) o Robert Carlyle (Stargate Universe).

Los cuentos clásicos están de moda en la televisión. La temporada pasada coincidieron en la parrilla Érase una vez y Grimm, un drama policial basado en los cuentos de los Hermanos Grimm. En pocas semanas, la estadounidense CW estrenará su versión moderna de La Bella y la Bestia y en España, la propia Érase una vez prepará el terreno en Antena 3 a la española Cuentos del s. XXI. Esta serie también echará mano de personajes como Caperucita, los tres cerditos o La Bella para narrar historias situadas en la actualidad y desprovistas de la inocencia de los cuentos infantiles.