Permanezcan atentos al dial
Arranca la temporada radiofónica con un aluvión de novedades La cadena SER y RNE renuevan los magacines de mañana y tarde
Un terremoto parece haber sacudido la radio española. La temporada que hoy arranca ha dado un vuelco a las parrillas de todas las grandes cadenas. Nuevas voces sonarán en un dial que en los últimos años parecía petrificado. Las privadas cambian sus programaciones para innovar, probar formatos que atraigan audiencias o relevar a conductores que han optado por dar un paso atrás, como es el caso de Luis del Olmo. En la radio pública, sin embargo, la parrilla se ha remozado por una decisión netamente política. El PP no ha querido dejar escapar la ocasión para relevar a los profesionales que estaban al frente de los grandes espacios de RNE.
En julio, poco después del nombramiento de Leopoldo González-Echenique como presidente de RTVE, se desató la fiebre de las destituciones. El primero en probar la medicina fue Juan Ramón Lucas, que había llevado el magacín matinal a las cotas más altas de los últimos años. El hecho de que aún le quedara un año de contrato no fue un óbice para hacer desaparecer de un plumazo En días como hoy. Luego le tocó el turno a Toni Garrido, que agitó las tardes de la radio pública con Asuntos propios, un formato atrevido y original.
Para que el cambio sea aún más evidente, RNE no ha dejado ni el título de los programas. A partir de hoy, Manuel Hernández Hurtado, Manolo HH, presenta El día menos pensado (de 6.00 a 12.00). “El título elegido es el resultado de un proceso natural. Hace años presenté La noche menos pensada y ahora El día menos pensado”, explica Manolo HH, que concibe la radio como “un viaje, interior y exterior”. “No creo en la radio de bloques. El objetivo es lograr una unidad de principio a fin, entrelazando unos temas con otros”, dice su responsable, que apuesta por una radio “hecha a mano” y “más artesanal”. “Tengo que competir con tiburones sagrados buenísimos, pero yo voy a dar buena proteína, muy buen contenido. Ellos tienen publicidad y yo no, tengo más tiempo para jugar con más temas en el programa”, añade.
El epicentro del seísmo que marca el curso 2012-2013 se localiza en la mañana. A esta franja llegan Gemma Nierga y Pepa Bueno (cadena SER). Y por primera vez en las últimas tres décadas, no se escuchará la sintonía de Protagonistas. También el tramo vespertino experimenta una metamorfosis. Carles Francino se traslada a esa banda en la SER, Yolanda Flores debuta en RNE y Ramón García se asienta en la Cope. Onda Cero es la emisora que menos se mueve. Mantiene a sus estrellas (Carlos Herrera, Julia Otero, Isabel Gemio) y encomienda a Héctor Fernández el deportivo Al primer toque.
Si algo caracteriza la radio española son los magacines río. En prácticamente ningún país existe un programa-despertador que empiece a las seis de la mañana y se prolongue hasta la una de la tarde. Para adaptarse a los públicos cambiantes y a los hábitos de los oyentes la SER divide Hoy por hoy (de 6.00 a 12.20) en dos bloques: el primero, más informativo, pilotado por Pepa Bueno, y el segundo, más volcado en el entretenimiento, al mando de Gemma Nierga, que deja La ventana en manos de Carles Francino. Alejandro Nieto, director general de la SER, explica que “primero se diseñó una parrilla ideal y después de buscaron los elementos”. “Tenemos la necesidad de cambiar y la obligación de hacerlo, porque la SER es líder y es el líder quien tiene que dar un paso adelante”, añade. La SER se reinventa para “adaptarse a los hábitos de consumo de la gente”, dice Nieto, que apuesta por potenciar la información local y regional. “Habrá desconexiones importantes, pero de una forma más eficiente”.
En julio, poco después del nombramiento de Leopoldo González-Echenique como presidente de RTVE, se desató la fiebre de las destituciones.
También la Cope divide La mañana (de 6.00 a 12.00) en dos hemisferios. El primero, con Ernesto Sáenz de Buruaga, para “analizar y acercar la actualidad” hasta las 10.00. El segundo, con Javi Nieves, con la vista puesta en las historias humanas. Onda Cero, sin embargo, deja toda la mañana a cargo de Carlos Herrera. En Punto Radio, Protagonistas apaga el micrófono después de tres décadas en el aire, pero su creador, Luis del Olmo, no se va del todo. Hará un comentario en el matinal de Melchor Miralles y los viernes realizará una entrevista. Del Olmo se interesará por personajes “que tienen algo que contar”, como ese alcalde “que ha mandado a hacer puñetas la alcaldía y se vuelve a cuidar cabras”. Protagonistas sonará únicamente el fin de semana, conducido, como siempre, por Jaume Segalés.
La onda expansiva del seísmo radiofónico afecta de lleno a la tarde. Francino gana una hora para La ventana (de 16.00 a 20.00) y Yolanda Flores llega a RNE con Nunca es tarde (de 16.00 a 19.00), un programa “de entretenimiento, cercanía y de desengrase de este desenfreno, de esta amargura en la que parece que estamos viviendo constantemente”. Tras 14 años en De cine, la periodista confiesa que solo tiene una presión: “Los nervios de enfrentarme a un horario al que hacía tiempo que no me había enfrentado”. Ramón García se encarama a La tarde de Cope (de 15.00 a 19.00) una hora antes que sus rivales, porque “España no está para siestas”, y con el reto de “renovar e impulsar esta franja horaria combinando actualidad y entretenimiento y con el oyente como gran protagonista”. En Onda Cero se mantiene Julia Otero, que regresó en 2007 a esa emisora.
Durante el fin de semana, la principal innovación es la incorporación de Javier del Pino al frente del magacín de la SER A vivir que son dos días. “Después de 15 años fuera de España, Del Pino va a aportar cosas muy novedosas”, sostiene el director general de la cadena. En RNE, No es un día cualquiera —que emprende su decimocuarta temporada presentado por Pepa Fernández— es el único de los grandes programas que no ha sido barrido por el terremoto (político).
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