¿Es un mecano? No, es el Estadio Olímpico de Londres

Los Juegos Olímpicos se celebran cada cuatro años, pero para su sede la visita es una ocasión a menudo única en su historia. No es el caso de Londres, que a partir de mañana acogerá por tercera vez este acontecimiento planetario. Aun así, las monumentales construcciones que se erigen para albergar las competiciones deportivas suelen quedar demasiado grandes para la posteridad de las ciudades donde se levantan. Un estadio olímpico con capacidad para 80.000 espectadores, como el que se ha levantado en la capital británica, resulta casi inservible una vez finalizado el certamen. En una iniciativa pionera, los arquitectos e ingenieros del edificio londinense han creado la primera construcción de este tipo que puede desmontarse, para reducir el aforo a 25.000 espectadores. El episodio de la serie de National Geographic Megaestructuras que hoy se mostrará (a las 22.35 en el dial 31 de Canal +) se adentra en esta propuesta de vanguardia.

Bajo el meridiano nombre de El Estadio Olímpico de Londres, el documental recoge los testimonios del equipo artífice de la construcción, que tuvo que enfrentarse a no pocos obstáculos. Desde los plazos contrarreloj al terreno donde se ha levantado el estadio, una zona en el este de la ciudad donde cabía la posibilidad de encontrarse con bombas de la II Guerra Mundial, los retos han sido arduos a la hora de montar este mecano. El resultado es un estadio compacto que, además, proporciona una visión óptima a los espectadores, al romper la barrera que tradicionalmente los separaba de los atletas. La máxima de los constructores ya adelantaba la solución: “No cambiemos el deporte, cambiemos el edificio”.