TFA, la sustancia tóxica y persistente que contamina ríos y acuíferos por toda Europa
Un informe de la ONG Pan Europe advierte contra los pesticidas que contienen perfluorados por el potencial riesgo para la salud, mientras un organismo europeo estudia una propuesta para restringirlos


Las sustancias perfluoradas (PFAS) son químicos que se usan para fabricar todo tipo de productos impermeables, resistentes y andiadherentes, así como algunos pesticidas y plaguicidas. Un nuevo informe de la Red de Acción en Plaguicidas de Europa (PAN Europe) —basado en los análisis oficiales de la industria— muestra que los pesticidas tipo PFAS se degradan en el medio ambiente hasta formar TFA (ácido trifluoroacético), una sustancia tóxica y persistente que contamina ríos y acuíferos por toda Europa, posiblemente tiene efectos nocivos en la salud humana y es muy difícil de eliminar. De hecho, una investigación del CSIC en Barcelona ha encontrado su presencia en el río Besòs. La Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA, en inglés), estudia elevar a la Comisión una propuesta para restringir estos plaguicidas, mientras varios expertos alertan de que la regulación llega tarde.
PAN Europe ha exigido a diferentes organismos europeos todas las evaluaciones remitidas por la industria sobre TFA y, tras analizarlas, ha llegado a la conclusión de que este sector ha restado importancia a sus propios datos. “Nuestro informe revela que las evaluaciones reglamentarias del TFA se han retrasado sistemáticamente y han sido influenciadas por la industria. Las empresas pospusieron estudios a largo plazo, presentaron informes engañosos y no revelaron o socavaron activamente las pruebas de los daños alegando que los efectos eran irrelevantes para los seres humanos o no adversos”, explica Angeliki Lysimachou, una de las autoras.
Las pruebas, por ahora, se han hecho en animales, y a ello se aferra el sector. Lysimachou continúa: “Muchas de las afirmaciones de la industria son engañosas, como que las malformaciones inducidas por TFA en las crías de conejo no son relevantes para los seres humanos. Tampoco informaron de numerosos efectos nocivos en dosis bajas en ratas, entre ellos la toxicidad para el desarrollo, la alteración de las hormonas tiroideas, la alteración de la bioquímica sanguínea y el deterioro de la calidad del esperma, así como efectos adversos en el sistema inmunológico”. En su opinión, la industria “ha retrasado las medidas de protección urgentemente necesarias contra uno de los contaminantes más extendidos y persistentes de Europa”.
Nicolás Olea, catedrático emérito de Medicina en la Universidad de Granada y experto en disruptores endocrinos —que no ha participado en el estudio—, apunta: “La ciencia ya ha demostrado que los compuestos perfluorados (PFAS) se degradan hasta TFA, algo que la industria no quería admitir. Cuando se aplica un pesticida con PFAS en el medio ambiente, se va rompiendo la cadena de carbono, pero nunca se rompe el enlace del flúor con el carbono, pues es el enlace más potente en la naturaleza química. Por eso se llaman químicos para siempre. El TFA, por tanto, es un producto de degradación y un enorme contaminante”.
¿Qué efectos puede tener en humanos? “Los PFAS son disruptores endocrinos tiroideos y obesógenos; alteran el sistema inmunitario y la función hepática; se han relacionado con ciertos tipos de cáncer (riñón, testículo, hígado y mama) y causan problemas reproductivos como disminución de fertilidad, bajo peso al nacer, retrasos en desarrollo, por lo que algunos de ellos se clasifican entre los compuestos CMR de regulación estricta”, responde Olea.
Y prosigue: “Aunque la toxicidad ambiental de TFA es baja, se sabe que es extremadamente persistente y no se degrada fácilmente ni por procesos biológicos ni por fotólisis. ECHA lo clasifica como PMT (Persistente, Móvil y Tóxico) y posiblemente como vPvM (muy Persistente, muy Móvil). Algunos estudios en animales sugieren posibles efectos de TFA en el hígado y riñones a dosis elevadas, pero lo más preocupante es la toxicidad reproductiva y del desarrollo en animales, lo que ha llevado a que Alemania proponga clasificarlo como tóxico para la reproducción (categoría 1B)”.
De hecho, la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA) señala: “Nuestros comités científicos de evaluación del riesgo y de análisis socioeconómico están evaluando actualmente una propuesta para restringir los PFAS en la UE en virtud del Reglamento REACH [sobre sustancias químicas] en múltiples usos. Esta propuesta ha sido elaborada por las autoridades de Dinamarca, Alemania, los Países Bajos, Noruega y Suecia. Se espera que nuestros comités concluyan su evaluación a finales de 2026. En ese momento, la propuesta se remitirá a la Comisión Europea para que tome una decisión”.
En cuanto al TFA, el organismo europeo apunta: “El TFA tiene varias clasificaciones armonizadas en la UE. En abril de 2025, las autoridades alemanas presentaron una propuesta para ampliar las clasificaciones [del TFA], incluyendo la toxicidad reproductiva (puede dañar la fertilidad y se sospecha que daña al feto). Esta iniciativa está siendo evaluada por nuestro Comité de Evaluación de Riesgos”. Estas clasificaciones armonizadas “dan lugar a obligaciones y posibles restricciones en virtud de otras leyes de la UE”. En cualquier caso, la decisión final depende de la Comisión Europea.

El informe de PAN Europe recoge datos de seguimiento que muestran que el TFA está cada vez más presente en las aguas subterráneas de toda Europa. “Los niveles suelen superar el límite saludable para las aguas subterráneas, que es de 0,1 microgramos por litro (µg/L) y, en algunos casos, se encuentran varios microgramos por litro. La tendencia es al alza, lo que refleja la continua descomposición de los PFAS en TFA, y dado que el TFA es muy persistente, se espera que las concentraciones sigan aumentando con el tiempo”, dice Salomé Roynel, experta de la entidad ecologista.
Y continúa: “Un estudio publicado por PAN Europe en mayo de 2024 destaca los alarmantes niveles de TFA en muestras de aguas superficiales (media de 1,22 µg/L) y subterráneas (media de 1,02 µg/L) de diez Estados miembros de la UE”. Según Olea, “si se admite claramente el TFA como producto de degradación de los pesticidas perfluorados, se le aplicará la norma para los límites en agua de pesticidas de 0,1 µg/L incluida en la Directiva de Agua Potable que llegará en 2026”.
La Agencia Europea de Medio Ambiente ha hablado sobre el tema en un informe de diciembre de 2024: “Los datos de seguimiento indican que el PFOS [un tipo de PFAS] está muy extendido en las aguas europeas, superando a menudo los niveles umbral reglamentarios establecidos para evitar posibles riesgos para la salud humana y el medio ambiente. Entre 2018 y 2022, entre el 51% y el 60% de los ríos y entre el 47% y el 100% de las aguas de transición y costeras superaron las normas de calidad medioambiental medias anuales para el PFOS [...] La presencia generalizada de PFOS y de muchos otros PFAS en las aguas europeas supone un claro desafío para el objetivo de la UE de lograr un medio ambiente libre de tóxicos”.
Regulación insuficiente
De hecho, el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC) ha llevado a cabo un trabajo en el río Besòs en el área metropolitana de Barcelona para buscar estas sustancias. “En los acuíferos usamos un método para ver el perfil de los perfluorados, vimos que había muchos de los que no están regulados, y algunos que no se habían encontrado nunca. El problema es muchísimo más amplio de lo esperado, y la regulación es insuficiente”, comenta Marinella Farré, una de las autoras.
Estanislao Pujades, también del IDAEA-CSIC, tercia: “Nuestra intención era ver si estas sustancias están en las aguas subterráneas y si en su paso por el acuífero las concentraciones varías. Por eso, tomamos numerosas muestras. Respecto a las concentraciones de TFA, tanto en el río como en el acuífero, el valor medio nos salía entre 0.4 y 0.45 µg/L”. Farré apunta: “Las concentraciones de TFA que hay por todas partes se deben a que es un compuesto muy persistente, que no se degrada, muy estable, y además se bioacumula, así que llega a organismos y al medio ambiente”.

¿Puede ser un problema para el agua de boca? Pujades responde: “Sí, porque son productos tóxicos, recalcitrantes, difíciles de eliminar, y están en todas partes, sobre todo en zonas urbanas e industriales. El siguiente paso que vamos a investigar es si hay ciertas condiciones en el acuífero que faciliten su eliminación, por ejemplo con recarga de acuíferos o de otras formas”.
De vuelta al informe de PAN Europe, este concluye que “la industria ha retrasado y distorsionado el procedimiento de evaluación”, ya que “durante décadas, las empresas han seleccionado los datos, han evitado realizar estudios críticos a largo plazo hasta que se les ha obligado legalmente a ello y han presentado argumentos especulativos para minimizar los riesgos”. Y ello pese a que hay advertencias sobre los PFAS al menos desde 1998.
Así, “el valor que la industria propone para el agua potable, de 294 µg/L, basado únicamente en la exposición de los adultos y con importantes lagunas en los datos toxicológicos, es más de 100 veces superior a las normas nacionales más protectoras y no tiene en cuenta la protección de los niños y otros grupos vulnerables”. Por eso, exigen eliminar progresivamente los plaguicidas tipò PFAS, una opinión que comparten los expertos consultados.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
