Cinco muertos por los incendios en Italia, mientras Grecia, Argelia, Croacia y Túnez también combaten las llamas
La isla de Sicilia, donde hay ya 2.000 evacuados y graves daños en el patrimonio arqueológico del parque de Segesta, se encuentra sitiada por las llamas
Las temperaturas extremas impulsadas por el cambio climático y la alta sequedad del entorno han contribuido a la creación y propagación de diversos incendios en el sur de Italia, especialmente en la isla de Sicilia. El país ha registrado al menos cinco muertos y el nivel de los incendios, que también han afectado al patrimonio cultural del parque arqueológico de Segesta, no invita al optimismo. La isla se encuentra ahora mismo sitiada por las llamas y el aeropuerto de Palermo permaneció cerrado al tráfico durante parte de la jornada del martes, pero los incendios han afectado también a las regiones de Calabria y Apulia. Mientras, otros países del Mediterráneo también viven una situación delicada: Argelia —donde han muerto al menos 34 personas—, Grecia —donde este miércoles se esperan temperaturas altísimas—, Croacia y Portugal. En Túnez han fallecido dos personas por las llamas y el país africano ha pedido ayuda internacional.
En las últimas horas, Italia se ha llevado la peor parte: dos hombres de 70 años fueron encontrados calcinados en una casa envuelta en llamas en Cinisi (Palermo), cerca del aeropuerto Falcone Borsellino, y una mujer de 88 años murió en San Martino delle Scale (Palermo) porque el fuego impidió que la ambulancia la rescatara. La cifra mortal se eleva ya a cinco fallecidos. Además, una persona actualmente permanece ilocalizable en Patti (Mesina), también en Sicilia, mientras dos guardas forestales fueron hospitalizados con quemaduras graves, que sufrieron mientras prestaban auxilio para apagar los fuegos. Unas cifras fatales que se suman a la de los 2.000 evacuados que han tenido que abandonar sus casas, rodeadas por las llamas.
Este es el balance parcial y terrible de los incendios que abrasan Sicilia desde hace más de 24 horas, devastando bosques, zonas montañosas, parques y pueblos en diversas partes de la isla. Los incendios están por todas partes. El mapa suministrado por la Protección Civil italiana dibuja una situación de acorralamiento total. Algunas carreteras estatales están cerradas, hay pueblos que han quedado aislados. En Palermo y los municipios vecinos la situación es más grave. El aire, apuntan los medios locales, es casi irrespirable, el cielo está invadido por el humo, llueve ceniza. “No permanezcan al aire libre”, es la advertencia lanzada por los servicios sanitarios de Palermo dirigida especialmente a las personas más vulnerables.
Los bomberos, guardas forestales, protección civil y carabinieri trabajan permanentemente en la extinción y evacuación de vecinos. El presidente de la Región de Sicilia, Renato Schifani, ha pedido ayuda a la Protección Civil Nacional, que ha enviado equipos de apoyo. Los parlamentarios del FdI (Liberales) de la Cámara y el Senado, así como Schifani, han pedido al gobierno de Meloni el estado de emergencia para Sicilia.
Sube la temperatura en Grecia
Grecia aguanta la respiración ante el día marcado en rojo en todos los calendarios: este miércoles será el día más caluroso del año y el que tendrá mayor riesgo de nuevos incendios. El Servicio Meteorológico Nacional heleno considera que el martes comenzó una nueva ola de calor. Una más, en la sucesión de olas más extensa jamás registrada en el país. Se espera que las temperaturas este miércoles lleguen a 46 grados en el Peloponeso; 45 en Grecia central y 40 en el resto del país, incluso en las islas, donde tanto calor no es habitual. Además, en las islas sopla viento fuerte desde temprano, como en casi todo el verano. Los bomberos han pedido a la población que extreme las precauciones y evite transitar por zonas boscosas en la medida de lo posible y han anunciado que están en máxima alerta en todo el país, incluidas las ciudades.
En Rodas, la meteorología extrema dificulta las labores de extinción de un incendio que ha entrado en su noveno día y está lejos de ser controlado. El servicio meteorológico europeo Copernicus ha registrado que el fuego ha carbonizado 760 kilómetros cuadrados de bosque y calcinado decenas de casas. El martes se duplicó la superficie quemada respecto a todos los días anteriores juntos.
El daño ambiental es incalculable en una isla que cuenta con un ecosistema único y una biodiversidad muy superior a la mayoría de las islas helenas. Afortunadamente, el Valle de las Mariposas, un biotopo único en Europa y destino de miles de turistas cada verano, no corre peligro porque está situado en el norte. Pero ha ardido la mayor masa forestal de la isla, en el sur, hogar del cérvido, una especie endémica de gamo emparentado con el gamo europeo, pero con características propias y únicas. El cérvido es también el símbolo de la isla.
El martes por la tarde, uno de los tres frentes avanzó veloz hacia los municipios de Lajania y Mesanagro, pero el esfuerzo de los bomberos, apoyados por voluntarios locales, consiguió contenerlo y salvar el núcleo urbano. Al menos de momento. Desde el alba de este miércoles, dos hidroaviones y dos helicópteros intentan asegurar el resultado. Vecinos y autoridades locales se quejan de falta de medios destinados al que es ya el incendio más grave del año.
En Corfú, el incendio se ha avivado en su cuarto día y amenaza con extenderse por todo el nordeste de la isla. Los medios locales han informado de que múltiples brotes avivan los frentes, totalmente fuera de control. Debido a la alerta en todo el país, el dispositivo en Corfú solo cuenta con dos aviones y dos helicópteros, además de los medios terrestres.
El martes, el viento cambió de dirección e impulsó las llamas hacia el norte de la isla con fuertes rachas, lo que obligó a vaciar los pueblos de Lujees, Imerolia y Syki, así como Apraos y Kalamaki, que hasta ese día servían de punto de reunión de los vecinos evacuados.
En Eubea, mientras se siguen investigando las causas del accidente de un hidroavión en el que murieron sus dos pilotos, los bomberos han conseguido controlar el fuego, aunque todavía no está extinguido y decenas de bomberos luchan contra varios focos dispersos.
Un nuevo incendio forestal centra la preocupación desde la noche de martes a miércoles en Dervenakia, en el norte del Peloponeso. Dotaciones de bomberos han tratado de que no se extendiera hasta que, al amanecer, ha llegado un helicóptero para apoyarlos desde el aire.
Incendios por todo el Mediterráneo
En Portugal, Protección Civil considera controlado el incendio que se inició el martes en los alrededores de Cascais, una urbe portuguesa muy turística, que obligó a desalojar algunas viviendas por precaución, aunque ninguna resultó afectada por las llamas, informa Tereixa Constenla desde Lisboa. Julio está a punto de concluir sin que Portugal haya sufrido una oleada de incendios graves como las registradas en los veranos anteriores. Mientras, otro incendio forestal avanza en Dubrovnik, en la costa de Croacia, donde el viento también complica las labores de extinción que llevan a cabo docenas de bomberos ayudados por aviones.
En la otra orilla del Mediterráneo, una feroz ola de incendios está azotando el norte de África, y muy especialmente a Argelia, a causa de las altas temperaturas que los últimos días han alcanzado los 50 grados. De momento, el balance ya es de al menos 34 personas muertas, incluidos 10 soldados que participaban en las tareas de extinción de los incendios, además de miles de desplazados. En total, son un centenar de incendios que han abrasado 16 departamentos del norte del país, especialmente en las regiones de Buira y Bujía, en la región de la Cabilia. Este miércoles, las autoridades se mostraban optimistas y declararon tener controlados el 80% de los incendios. Este es el tercer verano consecutivo que las llamas causan una tragedia con decenas de muertos.
La vecina Túnez no se ha librado. En este momento, todavía arden 14 incendios en ocho provincias diferentes, según informó Moez Triaa, portavoz de Protección Civil. En Túnez, de momento ya han fallecido dos personas víctimas de las llamas, y unas 200 han resultado heridas. El Gobierno tunecino ha solicitado ayuda internacional, y uno de los primeros en responder ha sido España, que ha enviado un equipo logístico, que llegó este martes a la localidad de Tabarka, y que viene acompañado de dos hidroaviones.
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