Una comunidad con calefacción central en la que cada vecino paga por lo que consume

“Antes, todos los vecinos hacíamos un pago global. Ahora, cada vecino elige cuánto consume,” explica Adolfo Musito, que vive en un edificio de Madrid con calefacción centralizada en la que ya cuentan con repartidores de costes en las viviendas. Como indice en este video, “esto nos ha supuesto un ahorro de consumo de aproximadamente un 30%”.

Con la publicación en agosto del nuevo decreto que regula la contabilización de consumos individuales en instalaciones térmicas de edificios, los españoles con calefacción central tienen un plazo máximo de tres años para instalar contadores o repartidores de costes. Este cambio busca reducir el consumo energético de los edificios, y por consiguiente las emisiones que causan el calentamiento del planeta. Como incide Ignacio Abati, director de la empresa ISTA, con este cambio normativo “el conjunto de nuestro país reducirá sus emisiones de CO2 hasta por 1 millón de toneladas”.

El plazo para adaptarse no es el mismo para todo el mundo y depende de la zona en la que esté cada edificio o el número de viviendas. La Asociación Española de Repartidores de Costes de Calefacción (Aercca) estima, que antes de mayo de 2023, 1,4 millones de viviendas con calefacción central tendrán que contar con este tipo de dispositivos. Esta nueva normativa afecta solo a los edificios construidos antes de 1998 —los posteriores a esta fecha ya están obligados por el Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios—, estando excluidos también aquellos que están ubicados en las zonas más cálidas.

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