_
_
_
_

Monasterio elude explicar por qué se presentó en la prensa como arquitecta sin serlo

La dirigente de Vox responde con evasivas: "Me quieren convertir en una estrella mediática"

Juan Diego Quesada
La portavoz de VOX en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio (dech), al finalizar la concentración de tres minutos de silencio a las puertas de Les Corts Valencianes, para condenar el último asesinato machista en Moraira (Valencia), en Valencia (España), el miércoles.
La portavoz de VOX en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio (dech), al finalizar la concentración de tres minutos de silencio a las puertas de Les Corts Valencianes, para condenar el último asesinato machista en Moraira (Valencia), en Valencia (España), el miércoles.Rober Solsona - Europa Press

Rocío Monasterio ha eludido este jueves explicar por qué entre 2003 y 2009 se presentó en la prensa generalista y en revistas especializadas como arquitecta cuando todavía no lo era. La líder de Vox subió los reportajes y las entrevistas que le hacían a la página web de su estudio de arquitectura, Rocío Monasterio y Asociados. Algunos clientes e incluso colegas que trabajan con ella dieron por hecho que estaba titulada, como las propietarias de un local en la calle San Marcos que la contrataron para una reforma. Las dueñas la demandaron por incumplimiento de contrato y durante el juicio en 2008 Monasterio tuvo que reconocer ante una juez que no tenía título y que comenzó la obra sin licencia. Los planos se los visó su hermano, que asegura en el mismo procedimiento que nunca puso un pie en la obra. Este periódico publicó ayer un extracto de la declaración de la política y de su hermano.

Monasterio ganó ese juicio, pero repasando el procedimiento queda demostrado cómo se movía en una ambigua situación de alegalidad: argumentó que, como no había licencia, eran trabajos menores y ella o cualquier persona de su estudio podía dirigir una obra que no necesitaba dirección facultativa y hasta firmar como tal un documento. Sin embargo, el Ayuntamiento de Madrid requiere la hoja de encargo del cliente y un proyecto visado por un técnico competente. Al no ser arquitecta, no podía visar proyectos en el colegio oficial correspondiente y, de hecho, en esta ocasión lo hizo su hermano, Antonio Monasterio, ingeniero industrial.

Un día después de esta revelación, Monasterio no quiso dar ningún tipo de explicación. Ante las preguntas de los periodistas, recordó que la juez del caso sentenció a su favor, como venía explicado en la noticia, pero eludió explicar el motivo por el que fingió ser arquitecta. Estas son sus palabras exactas:  "Lo que hay en ese juicio, que me alegro que lo haya sacado EL PAÍS porque me quiere convertir en una estrella mediática, tiene a dos personas en nómina dedicadas expresamente a mí, me encanta dar trabajo. De ese juicio, me alegra que lo haya sacado EL PAÍS, a ver si por fin cobro, porque ese juez lo que sentenció es que nosotros habíamos hecho bien nuestro trabajo, que habíamos cumplido con nuestras obligaciones y estas señoras y estas clientas lo que tienen que hacer es pagarme. Porque después de tantos años de una sentencia a mi favor, yo todavía no he cobrado. Y eso es lo que se dirimía en ese juicio".

Eso no está en duda. Lo que se cuestiona es que se extralimitara en sus funciones y de paso apareciera en revistas como "un portento de la arquitectura" cuando todavía no tenía el título. A día de hoy, el COAM tiene abierta una investigación por un posible caso de intrusismo, y Más Madrid presentó en la fiscalía una denuncia después de que este periódico comprobara que Monasterio había falsificado visados que presentó a las autoridades municipales.

Un vistazo en la hemerotecas revela que la actual líder de Vox en Madrid apareció en numerosos diarios y revistas en aquellos años en los que se presentaba como arquitecta. Es más, en varios de estos reportajes fotográficos mostraba su propia casa, que a veces luego vendía. EL PAÍS ha encontrado al menos once artículos en los que dice ser arquitecta entre 2003 y 2009. Estos y muchos otros, en total una veintena, estaban incluso colgados en la página web de su estudio, como parte de la publicidad de su trabajo. La aparición en prensa era un vehículo de venta de su especialización en lofts, el tipo de obra que luego ha sido fuente de irregularidades, pues reformaba locales industriales o comerciales que luego no obtenían uso residencial.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juan Diego Quesada
Es el corresponsal de Colombia, Venezuela y la región andina. Fue miembro fundador de EL PAÍS América en 2013, en la sede de México. Después pasó por la sección de Internacional, donde fue enviado especial a Irak, Filipinas y los Balcanes. Más tarde escribió reportajes en Madrid, ciudad desde la que cubrió la pandemia de covid-19.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_