El soterramiento de la Gran Via en L’Hospitalet empezará en 2021, con dos años de retraso
La alcaldesa Núria Marín quiere convertir la ciudad en la capital europea de la biomedicina.
La alcaldesa de L’Hospitalet de Llobregat, Núria Marín, se ha fijado como meta convertir la segunda ciudad de Cataluña en la capital europea de la biomedicina. Antes de alcanzar ese objetivo, sin embargo, la edil socialista necesita soterrar la Gran Vía en el tramo entre la plaza de Europa y el río Llobregat. La idea es aprovechar el espacio que quedaría libre en la superficie para atraer a empresas del sector. La obra debía iniciarse el año pasado y concluirse en 2022; pero, como pronto, los trabajos no empezarán hasta enero de 2021.
Las obras de cobertura de la Gran Vía debían comenzar a ser realidad en el primer semestre de 2019. No ha sido así y el calendario se ha visto modificado. “Dentro de un año ya comenzaremos a ver las grúas y luego iremos haciendo por tramos”, asegura Nuria Marín en una conversación con EL PAÍS. La alcaldesa del PSC confía en que el clúster biomédico en el que quiere convertir la zona esté en funcionamiento en 2030. Para entonces deben estar construidos los edificios, cuya financiación será privada.
Marín asegura que se trata de un proyecto ambicioso que está en manos del Consorcio de la Gran Vía, integrado por el Ayuntamiento de L’Hospitalet y la Generalitat de Cataluña. “Nuestra idea es que se instale en la ciudad un gran clúster biomédico. Previamente hay que realizar los trabajos de depresión de la actual Gran Vía desde la plaza Europa hasta el río Llobregat. Después soterraremos y uniremos de norte a sur la avenida en cuatro o cinco puntos, creando un espacio de 600.000 metros cuadrados para construir encima empresas”, detalla Marín.
La alcaldesa añade que el plan director de la obra faraónica está ya aprobado y “los proyectos de urbanización y soterramiento” están a las puertas de aprobarse. El presupuesto total de la reforma de la infraestructura viaria supera los 175 millones de euros.
La alcaldesa sostiene que las empresas del sector acudirán a la zona atraídas por un espacio donde ya se encuentan infraestructuras de prestigio internacional: el hospital de Bellvitge, el hospital Duran i Reynals, el centro de investigación Idibell, el Instituto Catalán de Oncología o el campus de medicina de la Universidad de Barcelona. “Los estudios que tenemos entre manos estiman que se generarán más de 20.000 puestos de trabajo en el sector farmacéutico y biomédico. Hay que recordar que es un lugar estratégico a medio camino entre el aeropuerto y Barcelona y con una excelente conexión de metro”.
El sanitario es el primer sector económico de L’Hospitalet, según el Consistorio: genera 14.000 empleos, hay 1.200 investigadores y 54 empresas que facturan 2.275 millones de euros. Marín celebra que cuenta con el apoyo de la Generalitat, pero también del Ministerio de Industria y del Ayuntamiento de Esplugues de Llobregat. “Esto no es una cuestión de mayorías y minorías, todos estamos de acuerdo”, advierte.
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