Hallado en el río Ebro un cadáver con impactos de bala y las manos amputadas

La Guardia Civil tiene una investigación abierta para identificar un cadáver que apareció el pasado sábado en el río Ebro, a la altura de Tortosa, con evidentes signos de haber sufrido una violencia extrema. El cuerpo, correspondiente a un varón de entre 40 y 50 años de edad, presentaba dos orificios de bala y, además, tenía las manos amputadas. El hallazgo se hizo a la altura de Campredó, una entidad municipal descentralizada que depende de Tortosa, y la Guardia Civil se ha hecho cargo del caso, en tanto que es el cuerpo que tiene competencias en ríos y ámbitos marinos. Según ha informado Efe, ya se ha practicado la autopsia del cuerpo, pero se está a la espera de conocer los resultados que ayuden a su identificación.

La Guardia Civil mantiene un amplio operativo en la zona para localizar más pruebas que ayuden a obtener datos sobre la identidad de los restos humanos, una información fundamental para poder aclarar quién está detrás de la muerte y los motivos del presunto crimen. La policía rastrea el río y sus márgenes para recabar indicios. Se ha recurrido a buzos y a especialistas en submarinismo para peinar los puntos cercanos al lugar donde apareció el cadáver. El elevado caudal que lleva estos días el río Ebro, consecuencia directa de los efectos de la borrasca Gloria, dificulta el rastreo y añade dudas sobre si el cuerpo fue arrojado al río cerca del lugar donde fue descubierto o si, en cambio, llegó a Campredó arrastrado por la fuerza de las aguas.

A su vez, la Guardia Civil ha desplegado controles de carreteras en la zona, sobre todo en los accesos de la autopista AP-7 y en la carretera N340, para identificar a posibles sospechosos. El juzgado de guardia de Tortosa se ha hecho cargo del caso y ha decretado el secreto de sumario.