Las ventas de la T-Usual duplican las de la antigua T-Mes en los dos primeros días

Los usuarios del transporte público se han decantado, en los dos primeros días de funcionamiento de la nueva tarificación, por los títulos que han bajado los precios, como la T-Jove, y los nuevos, como la T-Usual, más económica que la antigua T-Mes. Según los datos facilitados por TMB, las ventas de los abonos unipersonales T-Usual, válidos por un número ilimitado de viajes en un mes, se han incrementado un 120% en relación con los abonos de la T-Mes o la T-50/30 en las mismas fechas del año pasado. El ahorro que representa la T-Usual de un 25% respecto a lo que costaba la T-Mes es uno de los factores que ha pesado en el incremento de ventas. Por el mismo motivo, la T-Jove, un título trimestral personalizado que cuesta 80 euros- frente a los 105 de 2019-, también se ha disparado en los dos primeros días del año triplicando las ventas de las mismas fechas de 2019.

Por el contrario, las tarjetas que ahora son más caras y tienen más pegas en su uso, como la T-Casual, un título unipersonal de 10 viajes que cuesta 11,35 euros –aunque se podrá compartir hasta el 1 de marzo- , ha disminuido un 22% las ventas respecto a los títulos vendidos en los dos primeros días del año pasado de la T-10 (que costaba 10,20 euros).

En conjunto, TMB ha aumentado las ventas un 6% en los dos primeros días del año en relación a 2019. Dos días en los que los puntos de información de la compañía –cuatro en una red de 158 estaciones- se han saturado y han atendido 2.900 peticiones de información de los usuarios sobre las tarifas. De hecho, el jueves se formaron colas antes las máquinas expendedoras de intercambiadores como los de Diagonal o plaza de Catalunya de usuarios que tenían dudas ante las novedades y el cambio de las tarifas y no tenían a quién dirigirse ante la ausencia de informadores. 

En cuanto al uso de la red del metro en la noche de Fin de Año, TMB logró un nuevo récord y entre las 10 de la noche del 31 de diciembre hasta las seis de la mañana de Año Nuevo se registraron 255.000 validaciones, un 8% más que el año pasado. Un servicio en el que se implicaron unas 400 personas, desde técnicos de operaciones, mantenimiento y seguridad para que los convoyes funcionaran de forma ininterrumpida 43 horas, desde las cinco de la mañana del 31 de diciembre hasta la medianoche del uno de enero.