Un grupo independentista inutiliza unos 30 radares en Cataluña como protesta

Un grupo independentista, denominado L’Estaca, inutilizó la madrugada del jueves una treintena de radares en Cataluña, según fuentes policiales. El objetivo del grupo, según el comunicado con el que hicieron pública la acción del jueves, es “romper la normalidad” para “lograr la liberación de los presos, el retorno de los exiliados y el final de la represión política, judicial y policial” y así negociar la independencia de Cataluña.

Los Mossos d’Esquadra han abierto una investigación del ataque, que consideran que se ha llevado a cabo de manera preparada. Hay radares pintados, con los vidrios rotos, algunos con papeles pegados y también quemados, según explica el Servei Català de Trànsit (SCT), que ha declinado detallar el número de cinemómetros afectados y el lugar donde se encuentran porque hay una investigación en marcha.

L’Estaca ha difundido una veintena de imágenes de radares inutilizados a través de su canal de Telegram, muchos con un cartel donde se lee “Via fora!”. La acción empezó en la comarca del Camp de Tarragona, siguió por el Solsonès y el jueves se extendió por toda Cataluña, indican en su comunicado.

Referencia al Tsunami

En Cataluña existen unos 200 radares fijos instalados por todo el territorio. La acción supone que un 15% de estos controles de velocidad quedaron inutilizados el jueves. Trànsit asegura que los cinemómetros están siendo reparados de forma progresiva, en función de los daños ocasionados. L’Estaca denuncia el uso “abusivo de medida represoras con finalidades recaudatorias” que recaen sobre los ciudadanos. Trànsit recuerda que los radares son disuasorios y contribuyen a salvar vidas.

El grupo L’Estaca ha anunciado nuevas acciones para las próximas semanas y meses, y ha señalado que participan de forma “activa” en todas las movilizaciones que persiguen sus mismos objetivos. “Nosotros, como tantos otros, también somos agua”, indican, en una referencia indirecta al Tsunami Democràtic, la plataforma anónima que ha aunado las protestas tras hacerse pública la sentencia del procés. Y también al movimiento bautizado como la Segona Onada, que convocó acciones después del corte de la autopista AP-7 en La Jonquera y en Girona del 10 de noviembre.