477 actividades para disfrutar del patrimonio catalán

El patrimonio está presente en cada rincón de pueblos y ciudades: palacios, monasterios, yacimientos y jardines históricos. Tanto, que a veces pasa desapercibido. Por eso, las Jornadas Europeas del Patrimonio, que se celebran en Cataluña desde 1991 son un buen momento para tomar conciencia y valorar estos bienes que forman parte de nuestra historia. Cada año son más las localidades que se suman a esta fiesta. Este año, 211 municipios (un 11% más) han programado un total de 477 actividades (20,45% más) de todo tipo que arrancaron ayer y se prolongarán hasta mañana.

Cervera es uno de los municipios que este año aporta novedades. Entre ellas, una aplicación que permite recorrer la Cervera medieval, judía y barroca con el móvil como guía y de la mano de tres mujeres que representan estos tres momentos de la localidad. Hoy, además, abre al público la exposición Artesanos del Barroco: Cervera y el arte de su tiempo en la que se explica el taller de un artesano del XVIII y 40 obras: retratos, retablos, esculturas, maquetas, platería, dibujos y planos, creados, entre otros, por Bernat Amorós y Antoni Viladomat, dos de los grandes de este periodo.

Es difícil escoger entre esta gran cantidad de actividades. Para facilitarlo, la Agencia Catalana de Patrimonio, que las coordina,ha habilitado una página web para consultar por tema y localidad.

Por encima de todas ellas, las visitas accesibles programadas para las personas con discapacidad auditiva y visual que pueden realizarse estos días en la cartuja de Escaladei, el castillo de Miravet, el castillo-molino de Espigol, Sant Pere de Rodes, la canónica de Vilabertran, el yacimiento arqueológico de la Esquerda y el monasterio de Santa Maria de Ripoll, que contarán con un intérprete de lengua se signos. Una iniciativa que sería bueno repetir con más asiduidad.

A la fiesta se une Catalonia Sacra con actividades en 30 iglesias y catedrales. El momento álgido será mañana a las 10 horas cuando las campanas de todas ellas celebren la jornada con un repique festivo. Patrimonio inmaterial del bueno.