“Mi hermana tuvo que morir para poder condenarla”
El familiar de la anciana asesinada por la auxiliar de enfermería del hospital de Alcalá se siente “defraudado” por la sentencia que la condena a 20 años de prisión
Carlos Doblado Fernández se mostraba ayer indignado y defraudado. La sentencia que condena a la auxiliar de enfermería del hospital de Alcalá de Henares Beatriz López Doncel, de 39 años, a 20 años de prisión e indemnizarle con 40.000 euros le parece insuficiente para un caso tan grave. “El hospital tenía sospechas y los médicos la convicción, pero han necesitado que mi hermana muriera para poder pillarla y condenarla. Cuando menos, ha habido una culpa in vigilando clarísima por parte del centro”, se quejaba ayer.
La sentencia, firmada por el presidente de la Sección 3ª de la Audiencia Provincial Eduardo Víctor Bermúdez Ochoa, recoge el veredicto del jurado, en el que consideraba a López Doncel culpable de un delito de asesinato y la exculpaba de otros dos (uno en tentativa). El fallo impone a la auxiliar la prohibición de desempeñar actividades como sanitarias en cualquier hospital o centro médico durante un período de 10 años.
El juez mantiene en la sentencia que hubo un claro interés en matar a Consuelo Doblado. Se deduce en “la mecánica empleada mediante la introducción de gas en el organismo a través del sistema venoso”, según recoge el fallo. El magistrado desestima que esta entrada masiva de gas o de aire obedezca a “una entrada accidental”, como mantenía el abogado defensor de la auxiliar.
Normalidad en la quinta planta
La actividad en la unidad de Medicina Interna, en la quinta planta del hospital Príncipe de Asturias, permanecía ayer inalterable. Todo transcurría con normalidad, tras conocerse la sentencia que condenaba a la auxiliar Beatriz López Doncel a 20 años de prisión. Dos mujeres estaban ingresadas en la habitación 528, en la que murió Consuelo Doblado el 2 de agosto de 2017, mientras los sanitarios repartían las comidas y los facultativos atendían a los enfermos. El médico que descubrió el asesinato, José Alberto Arranz, pasaba a mediodía consulta con sus pacientes. Declinó hacer declaraciones a este periódico.
La sentencia cree que la auxiliar utilizó “el conducto de oxígeno existente en la cama de la paciente” y se lo puso a la vía intravenosa: “Parece el método más tanto por la mayor rapidez como por la estabilidad que permite en su inoculación”. El juez rechaza la prisión permanente revisable que pedía la acusación popular ejercida por la asociación El Defensor del Paciente. La agravante de alevosía ya se utiliza para calificar el asesinato, por lo que no puede repetirse para llegar a esta solicitud. La sentencia puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid en el plazo de 10 días.
El hermano de la fallecida se sentía “defraudado”. Consideró “lamentable” que la auxiliar no fuera condenada por las muertes de otras dos pacientes (en diciembre de 2013 y en julio de 2015) de las que había sido acusada. “El hospital montó una escena del crimen para poder detenerla. Necesitaba una anciana que fuera poco válida, como era mi hermana, y que en la misma habitación estuviera una enferma completamente dependiente, que no tuviera familiares. Eso se dio aquel día de agosto de 2017 en la habitación 528”, protestaba Carlos Doblado.
“Durísimas agravantes”
Este también lamentó que el jurado (siete hombres y dos mujeres) no tuviera en cuenta “las durísimas agravantes” del caso: “La gente va a los hospitales a curarse y no a que lo maten. La auxiliar se valió de esa confianza para asesinar a mi hermana, pese a que ya había sospechas de dos casos anteriores”. “¿Por qué esperaron a que muriera y no la trasladaron a otro servicio donde no tuviera acceso a personas tan vulnerables como era mi hermana?”, se preguntaba el allegado. Aparte de su avanzada edad, la fallecida tenía problemas serios de salud y discapacidad visual.
El familiar recibirá 40.000 euros de indemnización, ya que también ha sido condenada la Comunidad de Madrid y la empresa aseguradora. Su hermano Ricardo, que no tenía trato apenas con la fallecida recibirá 3.000 euros. La cantidad fue tachada de “ridícula” por Carlos Doblado. “Utilizan el baremo de víctimas de accidentes de tráfico. En Europa y mucho más en América, esa indemnización tendría siete cifras, porque en otros países sí tiene en cuenta el daño moral”, concluyó Doblado.
Por el contrario, su abogado, José Luis Sanz, se mostró “satisfecho” con el fallo porque acogía las peticiones de condena solicitadas: “Me parece que la sentencia tiene pocas posibilidades de recurso”.
Los trabajadores del hospital Príncipe de Asturias mantenían ayer silencio. Muchos aseguraron que no conocían a la auxiliar, pese a que trabajaba en el centro desde hacía unos 13 años. Parte de sus compañeras ya se han trasladado a otras unidades o a otros centros. Varios pacientes preguntados por este periódico afirmaron que la sentencia les parecía reducida para un caso tan grave. Entre ellos, estaba José Ramón Aragón Fuentes, cuya madre estaba ingresada en Medicina Interna cuando fue asesinada Consuelo Doblado.
- ¿Qué que me parece? Muy pocos años porque nadie tiene derecho a quitar la vida a nadie. No estoy de acuerdo con esa condena. Es más, creo que tendría que ser de prisión permanente revisable para que no pueda trabajar como sanitaria.
Similar opinión tenían otros usuarios del hospital como Carmen Manzaneque: “Que pague por ello. Si hubiera sido mi familiar, seguro que me parecía poco esos 20 años, y más tras saber que había sospechas en otros dos casos”.
En caso de que López Doncel no pueda pagar las indemnizaciones, tendrá que asumirlas el Servicio Madrileño de Salud y la compañía aseguradora. Un portavoz de la Consejería de Sanidad no quiso valorar el fallo y se limitó a afirmar que será estudiado por sus servicios jurídicos por si cabe recurrirlo.
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