Condenado a 19 años de cárcel por violar y maltratar a su pareja en Cassà de la Selva
El acusado, de 33 años, abusó sexualmente dos veces de la víctima y la golpeó en múltiples ocasiones
La Audiencia de Girona ha condenado a 19 años y 3 meses de cárcel a un vecino de Cassà de la Selva (Gironès) que violó en dos ocasiones a su pareja y la maltrató en múltiples ocasiones entre 2016 y 2017. La pareja estuvo conviviendo durante casi un año, hasta que Rubén Z., de 33 años y aficionado al boxeo, golpeó con violencia a su novia después de llegar borracho a casa de una noche de fiesta. La violó y repitió el delito al día siguiente. Pese a dejar de vivir juntos, la pareja se siguió viendo y en 2017 la volvió a maltratar en su coche. Fue entonces cuando la mujer denunció las agresiones.
Fiscalía y acusación particular pedían para 33 años y medio de cárcel para el acusado, por dos delitos de violación, dos delitos de detención ilegal, dos delitos de maltrato y, por un delito de injurias y vejaciones, 30 días de localización permanente. La defensa, que negó que existiera ni secuestro ni violación, solicitó la absolución o que en todo caso se le penalizara por unas lesiones. Finalmente, la Audiencia le ha condenado a 9 años por cada uno de los dos delitos de agresión sexual y a 9 y 6 meses por dos delitos de malos tratos, todos ellos con la agravante de parentesco. También le ha condenado a 5 días de localización por injurias y vejaciones.
En la vista oral víctima y acusado, que convivieron en Cassà de la Selva de agosto de 2015 a mayo de 2016, dieron versiones contrapuestas sobre lo sucedido. La sentencia ha concluido que la declaración de la víctima, los testigos, los informes médicos y las fotos aportadas permiten afirmar "sin ninguna duda" que el acusado es el autor de los hechos.
La sentencia de la sección cuarta de la Audiencia de Girona considera probado que el 13 de mayo de 2016 ambos habían salido, ella a una cena de la empresa y él de fiesta. A las 07.00 horas del día 14 el acusado llegó al piso bebido y se inició una discusión porque ella se lo recriminó. "La lanzó al sofá, le cogió la cabeza entre sus dos manos y la golpeó con la cabeza". A medio día él entró en la cocina, tiró el cubo de basura y mientras ella recogía "la empujó de espaldas contra el mármol de la cocina, la inmovilizó cogiéndola por los hombros, le rompió las bragas y la violó en medio de un ataque de celos. La tarde del mismo día se colocó sobre ella con la intención de mantener relaciones sexuales y, "a pesar de la negativa de ella, la cogió por los hombros y el cuello y la penetró vaginalmente", señala el escrito. A consecuencia de estos hechos la víctima sufrió varias lesiones en la cara y los brazos.
La sentencia también recoge que el 10 de julio de 2017, sobre las 22.00 horas, víctima y acusado habían quedado para hablar. Él subió en el asiento del copiloto y le dijo que condujera y empezó a pegarle en los muslos con una botella de agua que ella tenía medio llena. Tras varias vueltas le dijo que le llevara a su casa. Al final él "bajó, escupió, abrió la puerta del conductor cogió a la víctima por el pelo tirándola hacia atrás y le mordió la mandíbula".
En cuanto a las detenciones ilegales de los dos días de los hechos, considera que "no ha quedado acreditado que el 14 de mayo de 2016, con el ánimo de limitar la libre voluntad de deambulación de la víctima no la hubiera dejado salir de casa, como tampoco ha quedado acreditado que el 10 de julio de 2017 la hubiera obligado a conducir sin dejarla salir del coche".
En concepto de responsabilidad civil condena al acusado a indemnizar a la víctima con 245 euros por las lesiones y con 10.000 euros por los daños morales que sufrió en las dos agresiones sexuales "dentro de un clima de violencia y miedo".
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