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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La mejilla del otro

Y esperando la República catalana como a Godot, pasan las semanas de una legislatura simbólica

Manel Lucas Giralt
Carrizosa interpela al presidente Torra en el Parlament.
Carrizosa interpela al presidente Torra en el Parlament. Albert Garcia

Los protagonistas del procés, héroes y villanos —ustedes decidirán quién es quién— han recibido dos bofetadas con toda la palma abierta de dos organismos internacionales. Primera: un grupo de trabajo sobre Derechos Humanos de la ONU considera injusta la prisión de los políticos independentistas y pide su excarcelación. Segunda: el Tribunal Europeo de Derechos Humanos justifica que el Tribunal Constitucional vetara un pleno para proclamar la DUI en octubre de 2017. Y ustedes, gente juiciosa, dirán: ya es hora de que instancias externas pongan las cosas en su sitio, a ver si se bajan los humos respectivos.

Venga, no sean ilusos. Al contrario, cada una de las bofetadas ha dado alas a la parte contraria para enardecerse más. En una interpretación lisérgica de la Biblia, cuando a uno le dan en una mejilla lo que hace es señalar la del prójimo, igual de enrojecida, al grito sagrado de “¡y tú más!”. Por los pasillos del Parlament me he topado con un político entusiasmado con la decisión del grupo de la ONU. Test de deducción: ¿indepe o de los otros? No hace falta respuesta, ¿no? He pensado si podía pedirle su opinión sobre la decisión del TEDH (que parece un trastorno neuronal, pero es el Tribunal Europeo de Derechos Humanos), pero a mi edad trato de desperdiciar el menor tiempo posible. En las dos trincheras no cabe la contemporización con el enemigo: para los independentistas el TEDH estará infiltrado de franquismo, y los constitucionalistas dirán aquello de “si ellos tienen ONU, nosotros tenemos DOS”.

Y así todo. Este miércoles se estrenó Carlos Carrizosa como presidente de Ciudadanos en sustitución de Inés Arrimadas. Por un momento, ha parecido que bajaba al terreno de lo concreto, preguntando al president Quim Torra por la ley de dependencia. Pero no, el giro de guión ha sido así de básico: “A usted no le importa la dependencia porque sólo le importa poner la pancarta de los presos en la Generalitat y bla bla…”, y a continuación ha sacado un cartel, como enseñan en los cursos de MBA de Ciudadanos. La única novedad es que Carrizosa ha llevado el cartel… enmarcado. Espero que no haya comprado el marco con la asignación del grupo parlamentario, porque rayaría en la malversación; aunque, desde donde yo estaba, me pareció un marco de Todo a 100.

Torra se ha reído a gusto de la intervención de Carrizosa. Él, que apenas 10 minutos antes, como resumen de un año de gobierno, había destacado por encima de todo lo siguiente: estamos al lado de nuestros presos, y trabajamos por el derecho de autodeterminación y por hacer efectiva la República.

Y esperando la República como a Godot, pasan las semanas de una legislatura simbólica, en la que lo que más atrae la atención de un pleno, por ejemplo éste último, es que se elija a un nuevo vicepresidente del Parlament —el candidato único era de Cs— y los independentistas escriban en sus papeletas de voto el nombre de Carme Forcadell.

En estas condiciones, el debate entre Jordi Terrades (PSC) y la consellera de Empresa Maria Àngels Chacón sobre la emergencia climática, un intercambio lleno de contenido concreto y sin una sola referencia al procés ni a nada que se le parezca, sólo política normal, me ha emocionado tanto que casi me levanto a aplaudir gritando “¡Viva el calentamiento global!”.

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