Un colegio de Boiro facilitará el voto a discapacitados intelectuales con pictogramas

Un colegio electoral de Boiro (A Coruña) será este domingo escenario de una experiencia piloto para facilitar el voto a las personas con discapacidad intelectual El centro de educación infantil y primario Pazos-Comoxo contará con diversas herramientas de adaptación cognitiva que beneficiarán a unos 80 electores censados en este distrito.

La Junta Electoral de Zona de Noia le ha dado así el visto bueno a una propuesta de la Asociación Amicos, una organización de Boiro con casi 20 años de historia que se dedica a la atención e integración de personas con discapacidad intelectual, autismo, parálisis y daño cerebral. Serán miembros de esta entidad los que se trasladarán al colegio para ayudar a ejercer su derecho al voto a las personas con discapacidad intelectual entre las diez de la mañana y las doce del mediodía.

Los voluntarios situarán en la entrada del colegio un pictograma informativo y ubicarán otros gráficos de apoyo que indiquen las distintas mesas electorales y que marquen la actividad en las cabinas de votación, la mesa de papeletas y las propias mesas donde se vota. Todos estos pictogramas han sido validados por el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, según informa la Delegación del Gobierno en Galicia.

La Asociación Amicos espera que tras ser probado en Boiro este método pueda extenderse en futuros procesos electorales. “El objetivo último de este proyecto es facilitar su participación el día de las elecciones, adaptando las instalaciones, mesa electoral y recursos para su comprensión”, señala la organización. “Es fundamental para nosotros crear espacios para todos y construir comunidades inclusivas”.

El Congreso de los Diputados aprobó el pasado octubre una reforma de la ley electoral para permitir que los discapacitados intelectuales puedan votar. El histórico cambio se estrenó en los comicios autonómicos de Andalucía en diciembre y se calcula que beneficia en España a unas 100.000 personas. Afecta a ciudadanos con alguna discapacidad intelectual, como síndrome de Down; enfermedades mentales, como la esquizofrenia; y deterioro cognitivo, como el alzhéimer.