Begoña Villacís: “Para mí, esta es la hora de la verdad”
La candidata de Ciudadanos al Ayuntamiento, Begoña Villacís, ha sido la líder más visible de su partido en la capital desde que lograra siete concejales en las pasadas elecciones
Antes de que diera a luz y sufriera un lamentable escrache en la pradera de San Isidro, Begoña Villacís habló con EL PAÍS en su despacho del Ayuntamiento en la calle Mayor. Ha llegado casi al final con su hija Inés (la tercera) en el vientre, pero sin renunciar a compromisos como candidata de Ciudadanos: “Es la hora de la verdad”, dice. Su determinación contrasta con el gesto sereno de Audrey Hepburn en la pared de su oficina, pero no tanto con el póster de Doce hombres sin piedad, la película de Sidney Lumet, que definió su vocación de abogada. Se acomoda cruzada de piernas sobre la silla y habla: “Me siento así porque soy un poco yogui, eh”.
Pregunta. ¿Cómo ha llevado la tralla del embarazo en campaña?
Respuesta. Es la tercera, no voy de nuevas. Yo en todos mis embarazos he trabajado hasta el final. Fue más duro lo de mi segunda hija, porque se llevaba solo 13 meses con la mayor. No te voy a esconder que he tenido una campaña muy intensa y me he esforzado. Pero no podía esconderme ahora. Llevo cuatro años currándomelo y esta es la hora de la verdad, evidentemente…
P. ¿Es cierto que se hizo abogada después de ver Doce hombres sin piedad?
R. Ahí está el cartel, en la puerta. Y Matar a un ruiseñor, también. Las vi de muy pequeña porque a mi padre le encanta el cine. En esa película se ve la poca importancia que aquellos hombres le dan a la vida y ahí Henry Fonda busca que prevalezca la justicia. Algo fundamental para mí en la vida: que la justicia triunfe en todo.
P. En esa película, aparte de eso, lo que más impresiona es el concepto de duda razonable. Usted, que es una mujer echada para adelante, ¿tiene muchas?
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R. Sí, sí que tengo. Todo el rato. Por eso soy muy preguntona. Necesito tener las cosas claras, pero en la vida estás obligada a dudar de todo. Soy de Ciudadanos un poco por eso. Dudé mucho de la política y tuve que cambiar de voto.
P. No será porque le faltaron opciones. ¿Es verdad que antes quisieron captarla para Vox?
R. Me han venido a buscar de varios partidos.
P. ¿Y ese en concreto?
R. De varios. En mi vida nunca me lo había planteado hasta que llegó Ciudadanos. De hecho, me costó mucho dejar mi profesión.
P. Eso se produjo tras su paso como tertuliana por televisión. ¿Se acercó Albert Rivera a usted o usted a él?
R. Me aproximé yo al partido en el ámbito municipal. Sentía que siempre me habían representado. Encajaba en ese espacio que no ocupaba nadie. Me reconozco liberal en amplio sentido. Por ejemplo, en Estados Unidos, yo votaría por los demócratas. Soy liberal en lo económico pero en lo social, me siento progresista.
P. Pues ayúdeme a buscar un objetivo para definir su giro a la derecha.
R. Es que no se ha producido. No es verdad. Seguimos defendiendo lo mismo que antes. Liberal, para nosotros se utiliza en sentido opuesto a conservador.
P. ¿Cuestión de lenguaje?
R. Ahí voy… Como liberales, nosotros reconocemos la eutanasia, por ejemplo. Un conservador nunca te va a admitir eso. Ser liberal implica limitar al Estado en lo económico y respeto a las decisiones de los individuos.
P. Liberal y amante del glamur, por otra parte, con Audrey Hepburn ocupando la pared en su despacho.
R. Es que ese cartel lo iban a tirar. Es muy estético. Pero me identifico mucho con ella: yo era muy chicote de pequeña. Lo que esta imagen me produce es paz.
P. ¿No como la dinámica a que está abocada la política hacia cierta histeria agresiva?
R. No todos andamos en lo mismo. Llevo cuatro años en política y no me he visto en la obligación de insultar a nadie. Si me canso, tengo donde volver.
P. ¿A Legalitas, por ejemplo, donde usted trabajó?
R. Fue un éxito. Esa empresa democratizó el derecho. Era inaccesible hasta entonces para muchos y lo expandió. Pero no solo de eso me siento orgullosa, también de haber trabajado en Zara mientras hacía la carrera.
P. ¿En Zara? También he escuchado que su marido le regaló hace tiempo unos zapatos de Manolo Blahnik: ¿fashion victim?
R. Me los compró porque se había olvidado dos veces seguidas de mi cumpleaños. Y estaban de oferta. Pero suelo vestir de Zara, casi siempre. Soy una experta comprando ahí, se me da muy bien. También en tiendas de barrio donde he encontrado estas alpargatas. Empecé todo muy joven: trabajé dando clases de inglés, de azafata, camarera. Fui madre también joven, con 27 años.
P. En la oposición a Manuela Carmena, ¿cómo se ven? ¿Echan el freno porque es mayor o meten demasiada caña?
R. Se podría meter más porque realmente no hay un indicador que funcione. Tratamos de ser respetuosos. Busco buenas relaciones con mis rivales porque mucha gente nos mira. La oposición la dirijo con datos: cuando me hablan de vivienda, hay que decir que en esta legislatura ha subido un 34% el precio, en limpieza han aumentado un 140% los avisos por falta de ella... Datos.
P. ¿La vivienda cambiaría con una posición liberal en la que camparan a sus anchas los alquileres turísticos? ¿O ahí las Administraciones sí deben actuar?
R. Eso no es lo que sube el precio de la vivienda. Afecta, pero en la medida que son solo el 0,8% de los disponibles. Aun así, no estoy de acuerdo con liberarlo. Hay que regularlo porque, sobre todo, afecta a la convivencia y los vecinos huyen. ¿Por qué ha subido el precio? Al venirse mucha gente a las grandes ciudades, si tú bloqueas los desarrollos urbanísticos por el norte y sureste, con 55.000 pisos parados en la última zona, el precio se dispara.
P. ¿Qué harán con Madrid Central?
R. No soy una sectaria, estoy de acuerdo en mantener las cosas que se han hecho bien. ¿Qué pasa de todas formas con Madrid Central? ¿Por qué casi solo se debate eso? Es estéril. No estaba en el programa de Ahora Madrid. Lo ponen en marcha a última hora porque no hicieron casi nada de lo que prometieron con la ejecución presupuestaria más baja de la historia del Ayuntamiento. Lo único que han logrado es reducir la deuda, pero porque no han gastado. Eso se lo echa en cara hasta el PSOE. Es la leche.
P. Entonces lo de reducir la deuda tampoco lo reconocen.
R. Eso no se lo voy a reconocer nunca. Si por dos años consecutivos no has ejecutado el presupuesto, es que has sido el más incompetente. No invertir en una ciudad y no cuidar lo que debes luego se vuelve más caro. ¿Qué se ha hecho bien? Lo que se ha llevado a cabo por consenso: una norma de transparencia, de buenos tratos, y haber creado cierta conciencia de medio ambiente.
P. ¿Le gusta la palabra cordón sanitario?
R. No, para nada. No me gusta.
P. ¿Podría gobernar con el PSOE o no le dejaría Rivera?
R. Si quieren ser alternativa al populismo, aunque se han alejado del centro, la situación es distinta. Yo reivindico mucho la autonomía local. Nosotros vamos a presentar una alternativa al gobierno de Carmena, si el PSOE la quiere apoyar, bienvenido, pero me cuesta creerlo.
La líder visible de Ciudadanos
Begoña Villacís (Madrid, 1977) ha sido la líder más visible de Ciudadanos en la capital desde que lograra siete concejales en las primeras elecciones que se presentó, que fueron las pasadas. Abogada vocacional, estudió en la Universidad San Pablo CEU y en la de Comillas antes de pasar tres años en Estados Unidos. Al regresar a España fue responsable en Legalitas de los departamentos de derecho tributario, laboral y mercantil. Entró en el partido de Albert Rivera tras lograr cierta notoriedad como tertuliana en varios programas de televisión, como El gato al agua, Las mañana de TVE o España directo.
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