El cinturón sur busca ser rojo de nuevo
Las grandes poblaciones de la periferia esperan aprovechar el efecto Sánchez
Hace ya dos décadas, un alcalde de la zona sur dio la explicación al motivo porque el cinturón de grandes municipios dejaba de ser socialista. “Si hacemos chalés que valen muchos millones y creamos barrios de ricos, estamos metiendo al electorado del PP en nuestras calles”. Esa frase resume lo que han vivido los seis grandes en los últimos años, en los que una enorme franja roja de un millón de habitantes ha cambiado a un azul popular. Salvo en contadas ocasiones.
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Hasta el final de los noventa y el comienzo del presente siglo, municipios como Alcorcón, Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Móstoles y Parla sólo habían tenido alcaldes y gobiernos socialistas. Estas localidades, llamadas entonces peyorativamente ciudades dormitorio, sufrían graves carencias en transportes, educación e infraestructuras. Las operaciones médicas siempre se hacían en hospitales de la capital, con los consiguientes problemas para estos vecinos.
La situación ha ido cambiando y estos municipios, sin ser aún autosuficientes, se han transformado en auténticas ciudades. Todas tienen hospitales y universidades, entre otras dotaciones. Por población, superan a muchas capitales de provincia. Eso sí, el paso de los años ha motivado que las necesidades en educación de otras décadas –en parte, ya cubiertas- se hayan transformado en solicitudes para los mayores.
En los últimos años, el tirón del PSOE ha ido cayendo. Municipios como Alcorcón, Parla y Móstoles han tenido alcaldes populares en mandatos recientes. Algunos de estos regidores culpan fuera de micrófono al desgaste del PSOE y al “efecto Zapatero” por la crisis. En Alcorcón el PSOE obtuvo en las elecciones de 2007 un total de 39.487 votos (un 46,81%), lo que le dio la mayoría absoluta con 14 concejales. En los últimos comicios de 2015, bajó hasta los 21.000 (24,3%) lo que le dejó con la mitad de ediles. El caso más flagrante fue el de Leganés, cuando en los últimos comicios hubo un empate entre cuatro formaciones. PSOE, Leganemos, Unidos por Leganés (ULEG) y PP obtuvieron seis concejales cada uno, mientras que Ciudadanos se quedó con dos e IU-Los Verdes logró un representante. El gobierno lo ha ejercido durante estos cuatro años el socialista Santiago Llorente.
Un millón de personas
Algunos candidatos consultados afirman que la situación para el próximo 26 de mayo está “especialmente complicada”, en especial si hablan los del PP. En la zona vive un millón de personas que sufre un punto más de desempleo (9,32% global) que el resto de la región madrileña (8%). En algunos casos, como en Parla, el porcentaje de población sin trabajo llega al 11%. “Al Gobierno regional saliente se le llenó la boca diciendo que iba a reformar los polígonos de la región y que eso crearía mucho empleo. Todo se quedó en el papel como tantas veces”, se queja un responsable del PSOE.
El hecho de que no haya suficiente empleo en los distintos municipios también supone que los vecinos tengan que marcharse a la capital a trabajar. Eso motiva el segundo problema del cinturón rojo: los transportes. “Se ha creado una especie de embudo y todas las mañanas nuestros vecinos pasan horas para llegar a Madrid. Creyeron que con Metrosur se solucionaría todo, pero le faltan conexiones. También hay que mejorar las cercanías y la red de carreteras”, afirman desde el Ayuntamiento de Parla.
La sanidad es otro de los puntos que tiene en la casilla del debe el nuevo Ejecutivo regional. La construcción de nuevos barrios, con enorme avenidas y alta densidad de población, no se ha visto acompañada de la apertura de nuevos centros de salud. Ello ha supuesto la sobrecarga de otros ambulatorios y las molestias para todos los usuarios.
Los candidatos consultados por este periódico reconocen que, a una semana de las elecciones, resulta muy difícil aventurar si definitivamente el sur recuperará el color rojo. La irrupción de nuevas formaciones, como las marcas de Más Madrid y Vox, hacen que las encuestas no sean fiables y que se abra un panorama muy distinto a hace cuatro años. “Si ya era difícil vaticinar algo hace cuatro años con Ciudadanos y Podemos, ahora resulta casi imposible”, reconoce un responsable del PP.
El PSOE respira con cierto aire triunfalista, sobre todo, al trasladar los resultados de las elecciones generales del pasado 26 de abril a las municipales. De hecho, creen que el efecto Sánchez les va a favorecer y que pueden conseguir mayorías que les permitan crear gobiernos con otras fuerzas de la izquierda. “Desde luego, con el final de bipartidismo resulta casi imposible conseguir una mayoría absoluta como ocurría hace 20 años. Ahora tendremos que pasar por pactos”, describe un dirigente socialista.
El PP, por su parte, es mucho menos optimista. Los candidatos reconocen que las declaraciones de su candidata a la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, no les están ayudando mucho, pero esperan que su electorado se movilice en los próximos días, sobre todo, tras haber visto cómo Ciudadanos les arrasó en plazas que tradicionalmente eran suyas. Ahora temen menos a Vox, al que no ven como un rival. “La gente no conoce ni a sus candidatos. En las municipales no se vota tanto a las siglas como a las personas”, añade algún dirigente de la zona sur.
Ciudadanos sí espera catapultarse y dejar en la cuneta a su principal rival, el PP. Están eufóricos con los resultados de las elecciones generales, en donde ganaron al PP en bastiones como Fuenlabrada.
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