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Mario Benedetti y las crónicas de un hombre “en busca de amparo”

Juan Cruz y Luis García Montero recuerdan al escritor en el 20 aniversario de la creación del centro que lleva su nombre en la Universidad de Alicante

Rafa Burgos
Eva Valero, Luis García Montero, Carmen Alemany y Juan Cruz.
Eva Valero, Luis García Montero, Carmen Alemany y Juan Cruz.PEPE OLIVARES

“Aquel hombre al que habían conmutado una pena de muerte por otra de exilio había formado en Madrid un hogar en el que poder crear”. Juan Cruz, adjunto a la dirección de El País, ha repasado hoy viernes en Alicante algunos de los momentos que compartió con el escritor uruguayo Mario Benedetti. Un hombre “extremadamente tímido” que se lamentaba de “la mala educación con que lo había tratado la vida” y que era como un niño “en busca de amparo”.

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Cruz ha echado mano de sus recuerdos, de los momentos pasados junto a Benedetti en su casa madrileña, “una vivienda humilde, con un pasillo largo que daba a la biblioteca en la que trabajaba”. A solas, con el “recelo” que traía “de la terrible fábrica que fue la destrucción de la Democracia en el sur de América” y sus desencuentros con este periódico por el retraso en la publicación de algunos de sus textos. “Me costó muchas cenas y muchas conversaciones convencerle de que todo había sido un malentendido”. O en compañía de otros amigos que le dieron compañía y cobijo, como la comunidad uruguaya de Madrid, encabezada por Juan Carlos Onetti. O como Luis García Montero, Benjamín Prado o Chus Visor, a quienes solía reunir “en unas sillas bajas muy antiguas que tenía en el salón” para ver partidos de fútbol. Unos, aficionados del Real Madrid. Benedetti, “seguidor del Barcelona”.

En aquella vivienda cercana a la calle Ramos Carrión de Madrid se fraguó en parte la breve “felicidad” que alcanzó “un hombre desamparado de su patria, exiliado permanente también en su país”. Allí acabó un “enorme semáforo” que indicaba con luces “cuándo sonaba el teléfono”. Sobre todo, durante el proceso en el que Luz, la mujer de Benedetti, fue perdiendo “la memoria y el oído”. Poco después, “Mario decidió volver a Montevideo”, en lo que Cruz define como “el final del desexilio”. Hace hoy justo diez años, el 17 de mayo de 2009, Benedetti falleció.

La biblioteca de aquella casa de Madrid se convirtió en 2006 en el legado del autor de La tregua a la entidad que le había proporcionado el primer reconocimiento académico, la Universidad de Alicante (UA). Antes, en 1997, el campus alicantino le concede el doctorado Honoris Causa. Al año siguiente organiza el primer congreso internacional sobre su obra. Y en 1999, crea el Centro de Estudios Literarios Iberoamericanos Mario Benedetti (CeMaB), en cuyo 20 aniversario ha participado el director adjunto de El País. “Mario no necesitaba llaves en España”, dice Cruz, “tenía la de sus amigos en Madrid, en Palma de Mallorca, en Barcelona”. Y las puertas abiertas en la UA, cuya labor tuvo “una gran importancia sentimental para él”.

En el mismo acto, ante 150 personas, ha intervenido el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, quien subraya la “importancia de Mario Benedetti en la crítica cómplice y solidaria” de la hermandad entre los 23 países de habla hispana. “Su poesía nos enseñó a dialogar con nuestra conciencia”, asegura García Montero, “porque supo unir la historia con la vida”. Benedetti entregó, a su juicio, una obra de “firmeza consciente en la lucha a favor de los Derechos Humanos”, pero también “con una precaución clara contra cualquier tipo de dogmatismo”.

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Según el poeta granadino, “verse perseguido” por la dictadura de su país hizo de Benedetti una persona “muy generosa”. “Los sentimientos son un viaje de ida y vuelta y la generosidad es un acto de reconocimiento”. Y el respaldo académico de la UA a un poeta como él, “popular y muy seguido por sus lectores” fue fundamental para el autor uruguayo, que dio su nombre y legó su biblioteca madrileña al centro alicantino.

Antes del acto central del aniversario, en el que participaron también los tres responsables del CeMaB, José Carlos Rovira, Carmen Alemany y Eva Valero, el catedrático de Literatura Hispanoamericana de la Universidad Autónoma de Madrid Teodosio Fernández y el rector de la UA, Manuel Palomar, García Montero anunció que Alicante acogerá un congreso sobre Benedetti “que valore su figura y atraiga a poetas contemporáneos iberoamericanos”. Será en 2020, fecha en que se celebra el centenario del nacimiento del autor de Insomnios y duermevelas.

Este seminario internacional forma parte de los acuerdos que el Instituto Cervantes ha firmado con el Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay, que traerán a España y Alicante representaciones teatrales y exposiciones relacionadas con Benedetti. Y que también usará los centros del Cervantes para la presentación de traducciones de su obra a otros idiomas.

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