El PSC concentra los ataques del soberanismo y la derecha en TV3
La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, insta al moderador y director de la cadena pública, Vicent Sanchis, a dimitir y le muestra un modelo de carta de dimisión
El debate electoral en TV3 con los candidatos por Barcelona a las elecciones del domingo ha refrendado la existencia de dos bloques irreconciliables: los independentistas y los dos partidos de la derecha. Meritxell Batet, cabeza de lista del PSC, partido en alza en los sondeos, recibió los ataques por los dos bandos: PP y Ciudadanos acusaron a los socialistas de haber pactado ya con “golpistas” para seguir en La Moncloa mientras los secesionistas les reprocharon su poca valentía ante la derecha y no ofrecer salidas al conflicto. Inés Arrimadas y Cayetana Álvarez de Toledo instaron a dimitir a Vicent Sanchis, director de TV3, que actuó de moderador.
Las encuestas vaticinan que el PSC, que fue cuarto en las elecciones de 2016, está en condiciones de ganar el 28-A en Cataluña en detrimento de los comunes. Y el programa ha confirmado ese pronóstico. Batet recibió reproches por tierra, mar y aire de todos sus rivales. Arrimadas y Álvarez de Toledo, que actuaron como socias de facto, destinaron su energía en intentar desenmascarar el supuesto pacto que Pedro Sánchez ha sellado con “los golpistas independentistas”. Las dos coincidieron en defender el 155 y en denunciar el clima de “humillación que supuestamente sufren los constitucionalistas en Cataluña. Su objetivo fue aclarar si el Gobierno indultará a los políticos juzgados en el Supremo en caso de condena. Y la socialista contestó que su obligación es respetar la división de poderes y no avanzar escenarios. “Se me cae el alma a los pies”, zanjó la popular. “No lo descarta, no lo descarta”, deslizó con regocijo Arrimadas.
Batet rebatió las críticas planteando una solución pactada por todas las fuerzas políticas en el marco de la Constitución y del Estatut y apartando la confrontación que alimentan, dijo, los dos bandos. “Hay partidos que están cómodos en el conflicto. Y romper la legalidad también pone en peligro un país. Lo mejor es rehacer consensos y votar un acuerdo. Nos jugamos mantener el autogobierno y la aplicación anómala del 155 perpetuo”, afirmó. Su estrategia no logró complicidades ni con sus socios potenciales. Jaume Asens, líder de los comunes, lamentó que los socialistas hayan olvidado el federalismo y que incluso parezca ahora que estén “escondiendo” a Miquel Iceta después de haber admitido —aunque luego rectificó— que se deberá buscar una salida democrática si el independentismo llega un día al 65% del censo.
Eterno aspirante a ganar unas autonómicas, Esquerra parte de la premisa de que Pedro Sánchez será un mal menor y que hará todo lo posible para bloquear la llegada del tripartido de derechas. Pero su lista de agravios es grande. El republicano Gabriel Rufián recriminó a Batet que fue Pedro Sánchez quien rompió las negociaciones de los Presupuestos porque tuvo, dijo, “miedo a la caverna”. Y lanzó un dardo contra el eje del PSC de presentarse como el partido sensato: “Me sabe mal que digas que lo que rompe la convivencia es votar. Lo que la rompe es un desahucio. El 60% de los votantes socialistas desean el referéndum”.
Álvarez de Toledo lleva un jersey amarillo: "Los colores son de todos"
La candidata del PP por Barcelona, Cayetana Álvarez de Toledo, llegó al plató del debate de TV3 con un jersey amarillo, el mismo color del vestido de la candidata de Junts per Catalunya, Laura Borràs. El amarillo es el color con el que se ha reivindicado la libertad de los políticos y líderes independentistas en prisión preventiva por el juicio del 'procés'. Pese a ello, Álvarez de Toledo ha defendido poder llevar este color. "Los colores no son de nadie, son de todos", ha dicho antes del inicio del encuentro.
Arrimadas entregó un lazo amarillo a Batet como símbolo de la crispación y acusó a los independentistas de “adoctrinar a los niños” y de utilizar TV3 como una máquina de propaganda. Álvarez de Toledo, que vistió de amarillo —entiende catalán y no precisó de traductor— se ofreció para poner orden en Cataluña por primera vez en 40 años. “Lo que dice Batet es solo humo; pompas de jabón”, afirmó. Laura Borràs, la candidata de Junts per Catalunya, que vistió de amarillo como la popular, concluyó que no hay salida para el independentismo en España porque, dijo, tiene un problema de “política y de democracia”. Borràs negó cualquier crispación en la calle y reprochó a la popular: “Usted fue a buscar la foto a la UAB”.
El debate bajó algo de decibelios cuando se encaró el modelo social en el que todos acusaron a sus rivales de arruinar a Cataluña. Borràs reivindicó que la única forma de poder gozar de un Estado de bienestar es tener antes un Estado. La socialista defendió, sin embargo, que hoy mismo se podrían tener muchos más recursos para la ley de la dependencia si los independentistas no hubieran vetado las cuentas, mientras los independentistas replicaron que la ruptura permitiría una mayor financiación. PSC y comunes defendieron sus respectivas gestiones en el Gobierno español y en el Ayuntamiento de Barcelona y arremetieron contra ERC por haber contribuido a “tumbar los Presupuestos más sociales de la historia”, en referencia a los que Sánchez no pudo aprobar. Batet aludió a la “pinza entre ERC y el PP y Ciudadanos” y las dos formaciones de derechas criticaron el “despilfarro” que, a su juicio, ha supuesto el procés. Fue en este bloque donde se produjeron los mayores desequilibrios en los tiempos de las intervenciones. El que salió peor parado fue Asen hasta el punto de que Sanchis le espetó: “Menos mal que me recuerda que también está aquí”.
La futura política de pactos constató la indignación de los socialistas por el “cordón sanitario” que PP y Ciudadanos quieren poner al PSOE mientras meditan pactar con Vox. “Que se le diga esto a un partido con 140 años de historia es enormemente ofensivo”, dijo Batet. Rufián y Borràs pasaron la pelota a Sánchez sobre su voto en la investidura: ya veremos, vinieron a decir, qué PSOE nos encontraremos. Asens y Rufián advirtieron del riesgo de que Sánchez —el republicano mostró una foto del presidente con Albert Rivera— acabe pactando con Ciudadanos.
El programa arrancó con el recuerdo de los politicos soberanistas que expresaron la “anomalía” de que sus cabezas de lista estén en la cárcel —Oriol Junqueras y Jordi Sànchez— y con escenas virulentas con las invectivas de las candidatas de la derecha contra TV3. Álvarez de Toledo abrió fuego acusando a la cadena de ser parte fundamental de esas “anomalías”. “Por ejemplo, una anomalía es usted, que es moderador y está procesado por desobediencia en una operación de asalto a la legalidad constitucional”. La candidata de la formación naranja fue más lejos y entregó a Sanchis, un cartel que emulaba una carta de dimisión: “TV3 es una maquinaria separatista. Usted no solo está procesado por poner este canal al servicio del independentismo, sino que está reprobado por el Parlament”, recordó Arrimadas, que se alineó después con la popular y calificó de “xenófoba” a Borràs por decir, por error, que Álvarez de Toledo había nacido en Argentina. “Vaya patinazo. No lo puede evitar”.
"Golpistas" y diálogo "sin condiciones"
Jaume Asens (ECP). "A la próxima mesa de diálogo hay que ir sin condiciones previas, ni de unos ni de otros".
Gabriel Rufián (ERC). "Todo iba bien hasta que pudimos ganar. La solución es la vía que propone ERC, la vía democrática: diálogo, referéndum y sacar las togas y las porras de la política. Me gustaría ver a Cayetana, a Inés y a Meritxell en una mesa de negociación".
Laura Borràs (JxCat). "Necesitamos poder tener un Estado. Junts per Catalunya pone por delante la necesidad de tener un Estado para poder mantener las cuotas de bienestar. La independencia es el proyecto más social".
Meritxell Batet (PSC). "La autodeterminación no cabe en el marco institucional ni estatutario. Con un Gobierno socialista no habrá autodeterminación. Necesitamos crear un marco de convivencia y respeto".
Cayetana Álvarez de Toledo (PP). "Lo que está en juego es la continuidad del Estado democrático o la entrada con Pedro Sánchez de una etapa de enorme división y de ruptura".
Inés Arrimadas (Cs). "En Cataluña ha habido un golpe de Estado. Y nos hemos sentido abandonados tanto por los Gobiernos del PSOE como del PP".
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