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Dos años de cárcel por mantener sexo en grupo con una mujer discapacitada en Lleida

Uno de los acusados, absuelto, hizo fotos con el teléfono y la víctima les pidió que parasen porque se estaban "pasando"

Marc Rovira
El Hospital Arnau de Vilanova.
El Hospital Arnau de Vilanova.Herminia Sirvent

La Audiencia Provincial de Lleida ha condenado a una pena de dos años de cárcel por un delito de abusos sexuales a un hombre de 19 años que instigó a una mujer afectada por una discapacidad mental a mantener sexo en grupo, en un piso de Lleida. La sentencia rebaja la condena que perseguía el ministerio fiscal, que solicitaba siete años de prisión, y absuelve a uno de los acusados, que se dedicó a tomar fotografías de la chica durante las relaciones.

Los hechos sucedieron la noche del 22 de mayo de 2017, cuando la víctima estaba en un bar de Lleida y conoció a una pandilla de hombres, que la convencieron para que les acompañara a casa de uno de ellos. La sentencia recoge que la víctima accedió "de forma voluntaria" a irse con el grupo y que, una vez en el piso, uno de los acusados, en compañía de un joven menor de edad, sometió a la mujer a varias prácticas sexuales. El tribunal detalla que realizaron "un trío" y que le practicaron penetraciones por vía bucal y vaginal, hasta que ella les dijo que se estaban "pasando un montón" y que se quería ir. Uno de los acusados no participó de manera activa en la sesión de sexo grupal pero se dedicó a grabar la escena con un teléfono móvil.

La víctima está incapacitada judicialmente debido a una discapacidad intelectual que le provoca "una inteligencia límite, trastornos de conducta y trastorno mental". Tras los hechos acudió al Hospital Arnau de Vilanova y los facultativos que la examinaron no apreciaron lesiones genitales ni de ningún otro tipo.

Los acusados alegaron que las relaciones fueron consentidas y que la mujer llevó "la iniciativa" pero, en cambio, el relato de la víctima es distinto. Declaró que que "no era muy consciente" y que se quedó "en blanco", y afirmó que ella les dijo que no quería y que le hacían daño. La sentencia recoge que ella les manifestó que se quería ir y que les pidió que la dejasen "en paz” porque no paraban, a lo que ellos le contestaban “quédate quédate”.

Cuando, "a las cuatro o cinco horas", salió del piso y alcanzó la calle, se encontró a su madre que había salido a buscarla.

A la hora de concretar la pena y rebajar la solicitud de condena que perseguía el fiscal, el tribunal razona que concurren en el presente caso una serie de circunstancias que "apuntan hacia la posibilidad de que el acusado considerara de forma errónea que las relaciones sexuales lo fueran en un marco de consentimiento prestado" por una persona "en la que pudo no detectar la disminución que la misma padecía".

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En lo que respecta al hombre acusado de hacer fotos mientras sus amigos tenían sexo con la víctima, el tribunal lo absuelve al considerar que no difundió las imágenes a personas ajenas a la relación sexual.

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