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La carrera más incierta del taxi

Barcelona concentra 9 de cada 10 licencias VTC, pero los taxistas del resto de Cataluña también se movilizan

Marc Rovira
Taxis de fuera de Barcelona ayudan a ocupar la Gran Vía.
Taxis de fuera de Barcelona ayudan a ocupar la Gran Vía.Albert Garcia

El conflicto del taxi por la competencia de los vehículos con conductor (VTC) ha estallado en Barcelona, que concentra el 90% de las licencias de VTC que hay autorizadas en Cataluña. Pero, más allá de la capital catalana, el colectivo taxista se prepara para lidiar con el impacto que, más pronto que tarde, pueda tener en el territorio el desembarco masivo de empresas como Uber y Cabify. En Girona y Tarragona la movilización ya ha empezado.

Medio centenar de taxis de Tarragona, Reus, Salou y Cambrils salieron en caravana este martes hacia Barcelona para brindar su apoyo a la movilización que mantiene el gremio en contra de la competencia, dicen que desleal, que les supone la proliferación de licencias VTC. El presidente de la Agrupación Radio Taxi Tarragona, Sergi Marquès, manifestaba que son momentos de estar “a la expectativa” antes de decidir si se suman o no al paro que, desde la semana pasada mantienen los taxistas de Barcelona. El objetivo de la protesta es lograr un endurecimiento de las condiciones de contratación para empresas como Uber y Cabify y, en este sentido, Marquès lanzaba un dardo a la Generalitat: “Antes de ir a la huelga vamos a esperar que la negociación llegue a buen puerto”.

Con prevención recelosa aguardan acontecimientos los taxistas que trabajan lejos de la capital catalana. De las 2.418 licencias de VTC que hay en Cataluña, la mayoría, más de 2.200, circulan por Barcelona. Sin embargo, el desasosiego taxista ha cruzado las barreras del área metropolitana. En Tarragona ciudad operan 80 taxis, a los que el informe anual de Facua-Consumidores en Acción etiqueta como los que tienen las tarifas más altas de España. Si se les suman las flotas de taxis de Reus y de los principales municipios de la Costa Daurada (Salou, Cambrils y Vila-seca), se alcanzan las 300 licencias. Agrupación Radio Taxi Tarragona cifra en cincuenta los VTC que operan en la misma zona y, según el portavoz de los taxistas, “solo tendría que haber cuatro”. Sergi Marquès afirma que el sector está “preocupado” por su futuro: “Tenemos muchas licencias VTC, pero todavía vendrán más, y habrá que ver si nos podremos dedicar al taxi o tendremos que buscarnos la vida con otra cosa”.

El boom de plataformas como Uber y Cabify se concentra en las grandes capitales pero sus coches oscuros con chófer pueden aparecer incluso en el más recóndito hotel rural del Empordà. Así lo asegura Salvador Balliu, presidente de la Asociación Empresarial de Transporte de Automóviles de Girona (Aetal). “Lejos de Barcelona, la diferencia que tenemos es que aquí las empresas no funcionan con las apps (aplicaciones para móviles) sino que son contratadas previamente; pero trabajar, pues claro que trabajan”, asegura. ¿Y cómo son contratadas sino es a través de su popular app? “Muchas veces desde los mismos hoteles donde se alojan los turistas, y al taxista que está haciendo guardia en la puerta se le queda cara de pasmo cuando ve aparecer uno de estos coches”, afirma Balliu.

Matiza que trata de ser transigente con el vuelco que ha dado el sector, “el mundo ha cambiado, no podemos pretender no cambiar nosotros”, pero sostiene que se ha creado un problema de concepción con los VTC: “Coches con chófer los ha habido siempre, era un servicio exclusivo, de cierto lujo, el problema es que ahora se permite que ese coche con chófer te lleve al cine”, se queja el presidente de Aetal. Y pese a no compartir las situaciones de violencia que se han desencadenado en los últimos días, alega que hace falta entender la situación en la que se encuentran los profesionales: “Cuando lo que está en juego es el bolsillo y el pan de una casa, se arma la de San Quintín”. Según datos de la Generalitat, en Girona hay 67 licencias de VTC. “El asunto no es cuántas hay ahora, el problema gordo lo tenemos en lo que está por venir”, vaticina Balliu, que sentencia: “No hay pastel para todos”.

En Girona la movilización del colectivo taxista ha tomado tintes más afables. Los taxistas realizan desde ayer servicios gratuitos que tienen una vertiente pedagógica. Durante algunas franjas horarias, cada cliente que suba al taxi será informado de los pormenores de la lucha contra el aumento de licencias de VTC. El presidente de Gitaxi, Fernando Samitier, indica que se trata de “orientar a la opinión pública” y de dar información “de primera mano”.

Lleida se erige como la excepción a la norma. Los taxistas dicen que pueden trabajar, de momento, ajenos al impacto de las VTC y las plataformas que operan en internet. En la capital, 137.000 habitantes, hay 99 licencias de taxi y, según datos de la Generalitat, los VTC dados de alta no superan la docena.

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