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El líder del PP defiende a Madrid como “banco de pruebas” de las políticas neoliberales

"Pagas impuestos para decidir sobre los que tienen que estar a tus órdenes", sostiene Casado

Pablo Casado empleó ayer la presentación de los candidatos del PP a la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid —Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida— para defender las políticas neoliberales. El líder del PP dijo que “liberalizar es tener menos Gobierno y más sociedad”; recordó que Madrid es el “banco de pruebas” de políticas como “la externalización de servicios no sanitarios”; y sostuvo que “pagas impuestos para decidir sobre los que tienen que estar a tus órdenes”.

Casado, junto a Garrido, García-Escudero, Díaz Ayuso, y Martínez-Almeida.
Casado, junto a Garrido, García-Escudero, Díaz Ayuso, y Martínez-Almeida.Jaime Villanueva

Más de 500 personas se agolpan en el teatro Goya de Madrid mientras otras tantas se queda fuera. Todas acuden al reclamo de Casado, el antiguo líder de las Nuevas Generaciones madrileñas, convertido en presidente nacional del PP. La expectación es máxima. Muchos quieren saber en qué consiste el nuevo PP, y cómo se materializa la renovación encarnada por los jóvenes casadistas, recién llegados al poder. Sin embargo, Casado, Díaz Ayuso y Almeida no rompen ningún molde. Defienden el pasado de su partido. A Esperanza Aguirre. A Ana Botella. A Alberto Ruiz-Gallardón. El nuevo PP de Madrid arranca con las mismas proclamas del viejo.

“Madrid es el banco de pruebas de las mejores políticas, que luego nos acaban copiando: el bilingüismo, la FP dual, los bachilleratos de excelencia, la externalización de servicios no sanitarios, la externalización de la recogida de residuos urbanos...”, dice Casado, que invoca a Karl Popper, Friedrich Hayek, Adam Smith y Milton Friedman. “Liberalizar y flexibilizar es tener menos gobierno y más sociedad. Flexibilizar y dar la competencia a la sociedad, en la educación concertada, en la capacidad de que la sanidad sea sostenible, en la corresponsabilidad”, añade, proponiendo la competencia entre instituciones para “que se ganen el Presupuesto”. Y remata: “Pagas impuestos para decidir sobre los que tienen que estar a tus órdenes y a tu disposición”.

Flexibilizar. Adelgazar la administración. Dejar libertad de acción a los individuos. Los eufemismos se repiten a lo largo de los discursos de Casado, Díaz Ayuso y Almeida, devolviendo al pasado al PP del futuro, mientras Ángel Garrido, el presidente que sustituyó a Cristina Cifuentes en la Comunidad, escucha en primera fila.

“La izquierda está en declive. Nosotros estamos yendo hacia arriba. Y lo estamos haciendo porque las ideas del PP, la libertad y la persona, nunca pasan de moda”, proclama Díaz Ayuso, que carga contra las políticas sociales de sus rivales de izquierdas — “Lo que pretenden es adormecer a los jóvenes y a la sociedad con pagas y con deudas”— y se compromete con el futuro de los jóvenes y con la defensa de España.

Carmena y Puigdemont

Su discurso coincide en sus principales puntos con el del aspirante municipal. Martínez-Almeida anuncia que si logra la alcaldía pondrá en marcha una bajada de impuestos y “un plan de desregulación y simplificación normativa sin precedentes”.

“Que todos los 3.200.000 madrileños puedan hacer lo que quieran”, pide el candidato, que aboga por desterrar “la colectividad”, defiende que el gobierno municipal limitar sus políticas a “hacer acompañamientos”, y acusa a la actual alcaldesa, Manuela Carmena, de tratar “como niños pequeños” a los ciudadanos con medidas basadas en “restringir” y “controlar a las personas”.

Nada de eso levanta al público de sus asientos. La euforia queda reservada para cuando Martínez-Almeida enarbola una foto de contenido casi imperceptible desde las últimas filas. En ella se ve a Carmena junto a Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y Raül Romeva, expresidente, exvicepresidente y exconsejero de la Generalitat, respectivamente.

“En Madrid no volverá a producirse esta foto, no permitiremos que ningún gobierno vuelva a humillar a la capital de España recibiendo a tres golpistas en el palacio de Cibeles”, brama Almeida. “Manuela, se te acabó el tiempo”, dice. Y el público estalla.

Aguirre se une a la ovación. ¿Qué le parecen los dos candidatos?, le preguntan. “Estoy muy contenta”, contesta. “Son magníficos perfiles para defender los principios del PP, que los impuestos sean bajos, que los servicios sean de la máxima calidad, y que la libertad de elegir colegio, médico y hospital se respeten”.

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