Contra lo convencional
Los diseñadores de las marcas Ganga y Shoop Clothing viven y trabajan en Madrid, desde donde no dejan de crecer
Posicionar una marca de ropa no es nada fácil. Que se lo digan a Antonio Gutiérrez y Eduardo Herráiz de Ganga y a Miriam Sanz y Yohei Oki de Shoop Clothing que han logrado hacerlo a fuerza de muchos desvelos. Desde Madrid para el mundo, sus prendas tienen cada vez más entusiastas, incluyendo a nombres muy conocidos. Al encontrarse en Orquídea Drácula, los diseñadores coinciden en señalar el momento tan bueno que está viviendo la ciudad creativamente. “Ha pasado una época en la que no se hacía nada y ahora hay mucha gente haciendo cosas potentes en todos los ámbitos”, dicen los primeros. “Están pasando cosas todo el rato. Lo que falta es que la gente se entere”, señalan los segundos.
Antonio y Eduardo comenzaron con su marca como mera distracción. “Nos compramos un pulpo de serigrafía, la máquina que permite estampar, y empezamos a hacer camisetas”. Nunca se les pasó por la cabeza que acabarían dedicándose al 100% a Ganga. “No teníamos una estrategia. No nos sentamos a estudiar un proyecto y hacerlo a largo plazo. Todo ha ido creciendo de manera natural”. Algunas camisetas suyas se han convertido en superventas, como una en la que se lee Bakalao. “El otro día una amiga nos envió un pantallazo de un chico en Tindr con ella puesta”.
Han contribuido a dar visibilidad a sus prendas los Carolina Durante o Javier Calvo y Javier Ambrossi. “Son amigos de amigos. Ha salido de ellos apoyarnos, no hemos pagado a nadie. Nunca hemos invertido ni en publicidad ni en comunicación, no tenemos a nadie detrás”. Los madrileños lo hacen todo solos. “Diseñamos, hacemos planchas, serigrafíamos, etiquetamos, planchamos, empaquetamos y enviamos”, enumeran. Cada prenda, cada camiseta, se hace a mano. “Una a una”. También hacen las fotos, el mailing y todo lo que rodea a la marca. “Le ponemos todas las ganas. Es algo tan nuestro que cada logro, cada pedido, nos hace seguir con más ganas todavía”. Están muy contentos. “Lo que más ilusión nos hace es ir paseando por la calle y encontrar a la gente con nuestra ropa”.
Lo que más diseñan y venden son camisetas y sudaderas, pero también hacen gorras, riñoneras y otros complementos. “Somos una marca de street. No nos movemos por temporadas, hacemos la ropa por impulsos, a nuestro ritmo”. Venden online en su propia web (gangashop.es), en Asos Marketplace (donde no dejan de llegar pedidos del resto de Europa y de Estados Unidos) y físicamente en Rugharita (c/ Velarde, 12). Ya no participan en mercados de diseño. “Cobran un dineral por participar, entre 300 y 500 euros por stand un fin de semana. ¿Cuántas camisetas hay que vender para recuperar la inversión? No salen las cuentas”. En Londres, donde tuvieron un puesto en Brick Lane, pagaron 60 euros al cambio por las mismas condiciones. “Los precios aquí deberían ser más justos. Algunos de esos mercados se hacen en espacios públicos como el Matadero o la galería de cristal del Ayuntamiento. A los diseñadores e ilustradores que participan les cuesta mucho poder ganar algo. Desde fuera nadie lo imaginaría”.
El nombre de la marca se debe a lo que parece. “Siendo algo artesanal y de diseño, hemos vendido desde el principio a precio de ganga. Nos hizo gracia como sonaba.Y en inglés también suena muy bien”. Sus camisetas cuestan entre 15 y 30 euros, un precio similar a las de una cadena de fast fashion. “No invertimos en nada externo, no tenemos ni agencia de comunicación, y ajustamos al máximo los precios. Al no pagar por publicitarnos, nos cuesta llegar a gente y tener más visibilidad, pero poco a poco seguimos creciendo”.
Miriam y Yohei venden fuera de España el 90% de lo que diseñan para Shoop Clothing. En Japón una docena de tiendas tienen su ropa en sus percheros. En Madrid ninguna, pese a que viven y trabajan aquí. “Empezamos a abrir mercado yendo a ferias como Capsule en Nueva York y Tranoi en París”. Él estudió Bellas Artes en la Complutense. Nacido en Japón, con 15 años vino a la Villa y Corte. Ella, madrileña, estudió estilismo y diseño de moda en la Escuela Arte 2. “Tenemos mucha inspiración street, pero no somos una marca street”. Entre sus referentes, Raf Simons, Helmut Lang o Yohji Yamamoto.
El efecto fan
C. Tangana les ha elegido para vestirse en giras y videoclips. “Tenemos trato con él desde el principio”. Notan cada vez que el artista se pone una prenda suya. “Sus fans buscan online. Descubren la marca gracias a él y hay quien compra alguna camiseta o cualquier cosa”. Vinculados a la música, llevan años colaborando con el programa Cloud Castle Radio de una emisora japonesa, Block.fm. Invitan a artistas a participar y suben los podcasts a su propia web. “Siempre hemos querido ir más allá de hacer ropa”. Además de diseñador, Yohei es DJ y productor de música.
Su colección para este invierno se inspira en la posverdad y en las fake news. Tejidos técnicos y nylon acolchado en prendas oversized. Camisas desmontables conviven con pantalones deportivos. Ahora hay rebajas en su escaparate online. A partir de 59 euros se pueden encontrar camisetas.
Han hecho dos desfiles con su marca: uno en las oficinas de Ifema y otro en un gimnasio en Las Ventas. “Nos gusta sacarle partido a escenarios, crear una experiencia. Nos gusta ir más allá de la pasarela”. El tercero, en unas semanas, será en una localización aún secreta. “Es mucho trabajo un desfile y es un desembolso económico bastante grande, pero nos compensa. Nuestro objetivo este año es crecer a nivel empresa y hacer algo en París. La moda se sigue moviendo en París, todo se concentra allí, aunque ahora con Internet y las redes sociales es más fácil posicionarse”. Así llegaron a Drake, que tiene 52 millones de seguidores en Instagram.
Los Ganga tampoco habrían conseguido llegar a tanta gente sin las redes sociales. “La mayoría nos conocen así. Los Javis nos descubrieron por vernos en una foto del Instagram de Carolina Durante”. Mario del Valle, guitarra de la banda, protagoniza la última sesión de la marca, en el mismo laboratorio floral que visitan hoy, donde siempre hay mucha actividad. En ‘Orquídea Drácula’ (c/ Amaniel, 20) lo mismo se hacen exposiciones que se organizan pop ups. Shoop Clothing ya ha participado en dos. “Funcionaron muy bien. Como en Madrid no tenemos punto de venta, hay ganas de poder ver la ropa de cerca”. Mientras, Felipe Carvallo está encantado con volverles a ceder su espacio en Conde Duque.
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