La temporalidad laboral se ceba con las mujeres y con Lleida y Tarragona

Cataluña cerró 2018 con 392.907 parados, lo que representa una reducción de 25.000 personas en un año o, lo que es lo mismo, un 6% menos de desocupados de los que había a finales de 2017. La cifra de parados en Cataluña es la más baja en un mes de diciembre desde el 2007, cuando había 265.789 personas apuntadas a las listas del Servicio Público de Ocupación (SOC). Los sindicatos, sin embargo, alertan de que la aparente mejora del mercado de trabajo esconde un trasfondo de precariedad laboral, en el que la temporalidad se ceba con las mujeres. Por provincias, Lleida y Tarragona son las más afectadas.

La reducción interanual del paro se produce tanto en mujeres como en hombres, pero con una intensidad muy diferente. El sindicato Comisiones Obreras, mayoritario en Cataluña, destaca que, mientras el paro masculino ha caído un 7,6%, el de las mujeres lo ha hecho en una proporción mucho menor: 4,7%. “La recuperación se da con evidentes desigualdades de acceso al trabajo entre hombres y mujeres”, denuncian desde CCOO.

Mar Gaya, de la consultoría Igualando, especialista en políticas de igualdad, destaca que mayores cuotas de desocupación femenina reflejan “un indicador de desigualdad”, y opina que “la salida de la crisis se asocia con una recuperación del paro masculino, sin tener en cuenta qué pasa con las mujeres”.

La experta abunda también en otra realidad: la inestabilidad laboral del colectivo femenino: “La temporalidad y parcialidad laboral entre las mujeres es sistémica”. Añade que la brecha salarial que hay entre hombres y mujeres acaba generando un círculo vicioso: “en caso de necesidad, el núcleo familiar opta por reducir la jornada de quien gane menos”.

UGT, a través de Camil Ros, su secretario general en Cataluña, valora con reservas los datos publicados el pasado miércoles por el Ministerio de Trabajo y pone el énfasis en los claroscuros de la realidad laboral en un escenario posterior a la crisis económica. “El paro ha disminuido en la misma medida que ha crecido la situación de precariedad, temporalidad y pobreza laboral”, afirma Ros.

Las cifras de ocupación en Cataluña complementan un informe reciente del Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat) que, por primera vez, ha publicado datos territoriales del grado de temporalidad y parcialidad de las afiliaciones a la Seguridad Social por cuenta ajena. El mapa dibuja una Cataluña de dos velocidades ya que en todas las comarcas de Tarragona y Lleida la temporalidad laboral supera el 30%.

Interinidad del 40%

La Segarra, donde el porcentaje de interinidad es del 25%, es la única excepción pero hay comarcas del Pirineo donde la temporalidad roza el 40%, caso del Pallars Sobirà y el Pallars Jussà, o incluso lo superan: Alta Ribagorça, 42,5%. Al sur, comarcas de la Terres de l'Ebre como son el Baix Ebre o el Montsià, el porcentaje se eleva hasta el 37,9% y el 36,3%, respectivamente.

En contraste, ninguna de las comarcas de las provincias de Barcelona o Girona tiene índices de temporalidad laboral por encima del 30%. La única excepción es la Cerdanya, con una concepción administrativa a medio camino de Lleida y Girona, muestra un 31%.

La ocupación a tiempo parcial es otro indicador analizado por el Instituto de Estadística de Cataluña. Un 23% de los afiliados de la Seguridad Social tiene un contrato a tiempo parcial y otra vez las mujeres sufren mayor inestabilidad que los hombres: el grado de empleo sin jornada completa entre el colectivo femenino es del 31,4%, frente al 14,8% de los hombres. Por comarcas, la proporción más elevada de afiliaciones a jornada parcial se registra en la Cerdanya (29,3%), el Solsonès (26,8%) y la Terra Alta (26,6%).