_
_
_
_

Colau asume que si quiere volver a gobernar tendrá que pactar

Las últimas encuestas otorgan la victoria en las municipales a ERC

Clara Blanchar
Ada Colau, alcaldesa de Barcelona.
Ada Colau, alcaldesa de Barcelona.M. Minocri

Los comunes han asumido que, si tras las elecciones municipales de mayo quieren volver a gobernar en el Ayuntamiento de Barcelona, tendrán que pactar. El objetivo de la alcaldesa Ada Colau es repetir la victoria y hacerlo con el máximo de distancia, aunque las últimas encuestas otorgan el primer puesto a ERC. Pero incluso si ganaran, buscarán alianzas estables con ERC y el PSC. Reintentarían el tripartito que no lograron cuando vencieron con solo 11 concejales en 2015.

La novedad es que en las filas de Barcelona en Comú (Bcomú) han tomado consciencia “de la exigencia y el desgaste de gobernar en minoría”, según resume un alto cargo de la formación, y no están dispuestos a repetir. Pero también reconocen como nuevo la actitud de ERC tras la irrupción de Ernest Maragall como candidato. Ese paso se interpreta como un viraje facilitador de alianzas. De la áspera oposición del todavía líder de ERC en el consistorio, Alfred Bosch, el partido ha pasado al guante de seda de Maragall. El consejero y alcaldable incluso ha aplaudido la gestión de Colau y apuesta abiertamente por un gobierno “progresista”, “republicano” —concepto que emplea más que independentista—, “potente y estable”.

El escenario postelectoral no se ha debatido abiertamente en los órganos de BComú. Pero sí lo tiene presente el gobierno de Colau. La propia alcaldesa ha comenzado a introducir el tema en público. El resultado será tan fragmentado que solo da lugar a escenarios de pacto, repiten fuentes del partido y del ejecutivo.

Estsa mismas voces recuerdan la energía gastada infructuosamente para conseguir aprobar la unión de los tranvías por la Diagonal a causa del veto de ERC (lo rechazó pese a llevar esa conexión en su programa). O la agonía de conseguir apoyos para sacar adelante proyectos como el plan de hoteles, el de vivienda o el 30% de nuevos pisos a precio asequible. “Ya tenemos experiencia pactando, pero una alianza lo haría todo más sencillo”, apuntan. Y ven en un escenario de pacto un gobierno con más concejales para dedicar más esfuerzos a los diez distritos de la ciudad.

Ahora, salvo Colau, el resto de los ediles tiene la responsabilidad de un área y un distrito, una carga de trabajo inédita. El gobierno se ha visto empujado a nombrar comisionados para áreas que no tenían concejal: carpetas de la envergadura de Cultura, Empresa e Innovación o Seguridad.

La alcaldesa ha comenzado incluso a mostrarse dispuesta a llegar a acuerdos de gobierno con los partidos de izquierdas. “Vamos a las elecciones esperando una mayoría más amplia, pero a partir de los resultados, en un momento en el que la pluralidad ha llegado para quedarse, tenemos que ejercitar la cultura del pacto a partir de programas”, afirmó hace unas semanas en el programa Aquí, amb Josep Cuní de la SER. Colau insistió en que desde que llegó al Ayuntamiento en 2015 ha sido “partidaria de acuerdos con las fuerzas progresistas” y aludió a la suma de partidos que permitió al actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ganar la moción de censura contra el expresidente Mariano Rajoy.

Esta semana, en Catalunya Ràdio, Colau defendía que su partido es el único que “garantiza una fuerza progresista en el Gobierno de Barcelona”. “Se puede gobernar en minoría pero con un acuerdo estable es mucho más cómodo”, dijo. “Con el escenario actual, quien ha defendido con coherencia lo mismo somos nosotros y hemos defendido acuerdos de izquierdas. Ojalá ERC deje de lado acuerdos con la derecha y el PSC vuelva a ser socialista y no tenga tentaciones de acercarse a Manuel Valls”, añadió.

De los dos eventuales socios, si esta vez ERC parece ponerse de cara, el PSC, que ya lo fue, se pone de espaldas. El matrimonio de conveniencia Colau-PSC duró solo un año y acabó en un sonoro divorcio cuando las bases de BComú votaron romperlo por el apoyo de los socialistas a la intervención de la Generalitat con el artículo 155. El jefe de filas del PSC en el Ayuntamiento responde así a la pregunta de si se ve pactando de nuevo: “Salimos a ganar. Nuestra propuesta de volver a poner Barcelona en el centro de prioridades se abre camino. Queremos hacer una propuesta progresista que pase página a la etapa Colau y evite convertir Barcelona en un campo de batalla del proceso independentista”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_