18 años de prisión por asesinar de 12 hachazos a un joven en Castellón

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a 18 años de prisión y al pago de una multa de 360 euros al joven acusado de matar de doce hachazos a Maikel N. F., de 24 años, en Castellón el día de Reyes de 2017. Tras el juicio celebrado los días 26, 27 y 28 de noviembre, a puerta cerrada por motivos de seguridad, y de acuerdo con el veredicto emitido por un jurado popular, la sentencia le declara autor de un delito de asesinato y de un delito leve de hurto. El fiscal pedía para él una pena de 22 años de cárcel.

La Audiencia considera probado que el acusado se concertó con otros dos menores –de 14 y 17 años en el momento de los hechos- ya juzgados y condenados por el mismo crimen, para causar la muerte de la víctima. Citaron a Maikel N. F. el 6 de enero de 2017 en la vivienda de los padres de uno de los menores. Le engañaron haciéndole creer que en la casa podría encontrar los objetos con los que saldar la deuda por drogas que mantenía con él uno de los menores. El fallo rebate así la versión de la defensa del procesado, que pedía que se rebajara la categoría penal a homicidio al considerar que éste no planeó los hechos y se dejó manipular por los otros dos menores implicados en la muerte de Maikel, alegando además la “inteligencia límite” de su defendido.

Según el fallo hecho público por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, “tras fingir durante un tiempo un ambiente distendido en el curso del cual consumieron marihuana, cocaína y alcohol”, según recoge el relato de los hechos, “consiguieron que [Maikel] bajase al garaje de la casa”. Mientras la víctima se encontraba distraída y de espaldas buscando objetos de interés que pudieran interesarle para saldar la deuda, el procesado y los otros dos menores le asestaron un fuerte hachazo en la cara al que siguieron otros once. La sentencia, que puede ser recurrida ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, establece que el acusado “desplegó un comportamiento agresivo” dando los hachazos “de forma súbita, indiscriminada e inesperada” y no dio “oportunidad alguna a la defensa” al joven asesinado.

Tras el crimen, robaron a la víctima sus pertenencias: dinero, sustancias estupefacientes, alguna joya y su bicicleta, valorado todo ello en menos de 400 euros. Luego enterraron el cuerpo en un huerto de naranjos en el Camí d’En Riera, a las afueras de la capital de La Plana y próximo a la casa donde ocurrieron los hechos. Allí se localizó el cadáver una semana después, tras un amplio dispositivo de búsqueda puesto en marcha por parte de la familia y el entorno más próximo a la víctima.

El juicio contra el tercer acusado del asesinato de Maikel N.F. se celebró la semana pasada a puerta cerrada por motivos de seguridad, a petición del fiscal y de la defensa del acusado, para evitar que se repitieran los incidentes que se produjeron durante el juicio a los dos menores hace ahora un año. Solo se permitió el acceso a la sala de vistas a los padres del procesado y los de la víctima. No obstante, la segunda sesión del juicio terminó con la detención de cuatro familiares de Maikel. Su padre, presente en la sala, intentó agredir al acusado y acto seguido irrumpieron en la sesión la mujer de la víctima, un hermano y un cuñado del joven asesinado, “burlando el dispositivo especial de seguridad que había habilitado la Guardia Civil tras ser informada de los riesgos”, según informó la Agencia EFE. Los cuatro quedaron en libertad con cargos por desorden público al día siguiente.