El Ballet de Catalunya triunfa con su ‘Don Quijote’
Gran éxito de público de la compañía en Terrassa
La gran expectación que había despertado el estreno de Don Quijotepor el Ballet de Catalunya en la Temporada de Dansa de Terrassa hizo que se programara una función más para atender todas las solicitudes de entradas. Aún así, en las taquillas quedaron largas listas de público en espera de alguna anulación de última hora. La noche del sábado el Centre Cultural estaba a rebosar. La función fue un éxito a la vez que un milagro, ya que este formación con casi dos años de vida y con escasa subvención ha salido airosa de bailar su primer clásico. Entusiasmo y técnica fueron sus aliados.
Al final de este Don Quijote el público regaló a los intérpretes largos y calurosos aplausos, aplausos que estuvieron presentes a lo largo de toda la función. Una vez más se pone de manifiesto lo hambriento que está de espectáculos de danza clásica el público catalán. Y también queda evidente que un importante sector del mundo de la danza catalán apoya la idea de un ballet nacional que nos represente. En tiempo dirá si este Ballet de Catalunya merece esa denominación.
La compañía que dirige Leo Sorribas y que cuenta en la dirección artística con Elías García y Larissa Lezhnina ha realizado una ágil adaptación del libreto y coreografía de Marius Petipa de 1869. En esta versión los personajes de Don Quijote y Sancho Panza no salen en escena, sino que desde el patio de butacas el actor Joel Minguet recita diversos textos de la obra de Cervantes para situar al espectador.
En escena, los 25 bailarines que forman la compañía más la participación extraordinaria de alumnos del Institut del Teatre. El trabajo coral está cohesionado y es correcto, si bien los intérpretes son jóvenes y les falta no estar tan pendiente de la técnica para realizar una interpretación más expresiva y natural. En conjunto los intérpretes salen airosos en sus variaciones de danza clásica o cuando bailan los fragmentos de folclore. En el segundo acto, el público encontró todo los elementos del ballet tardo romántico.
La mejor interpretación de la noche fue la de Rebecca Storani la bailarina italiana de 22 años que encarna a la protagonista, Quiteria. Poseedora de una técnica que roza el virtuosismo y de una fuerte personalidad escénica supo imprimir la picardía que requiere este personaje y brillar en sus evoluciones técnicas. Clavó con seguridad los 32 fouettés en el gran paso a dos del segundo acto.
Su pareja, Dmitry Zagrebin, figura invitada en esta ocasión, es bailarín principal del Royal Swedish Ballet. Sus interpretaciones se caracterizaron por su hipnótico giro y su seguro salto, si bien necesita depurar su torrente de energía, que en ocasiones le sobrepasa.
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