El Belleza, el rey de los narcopisos
Los Mossos admiten que nunca ha habido una red tan extensa de narcopisos como la de El Raval en Barcelona, con entre 40 y 60 viviendas
Los Mossos d’Esquadra comprobaron poco a poco, con el trabajo diario, que algo singular ocurría en un narcopiso de la calle de Sant Antonio Abat, en el barrio barcelonés de El Raval. “Se trataba de un lugar de reunión, estratégico”, explica el intendente de los Mossos, Toni Rodríguez. Allí vivía El Belleza, el alias con el que se conoce a uno de los máximos responsables de la organización desarticulada por la policía catalana, el pasado lunes, que controlaba 26 pisos en El Raval, donde se vendía y se consumía heroína y cocaína.
Hallados más de 1.000 kilos de cocaína
Los Mossos d’Esquadra y Vigilancia Aduanera encontraron este lunes más de 1.000 kilos de cocaína en el puerto de Barcelona. El buque en el que se escondía la droga fue hallado a mediodía en la terminal Best, según fuentes policiales. El barco provenía de Brasil y la droga se encontraba en un contenedor de pieles.
La incautación de la policía catalana se trata de la mayor cantidad directa intervenida hasta ahora en una investigación de los Mossos d’Esquadra. Hasta el momento, no han trascendido detalles de la organización, y el caso está secreto.
El Belleza, treintañero de origen dominicano con antecedentes por narcotráfico, lesiones y amenazas, era uno de los “cuatro directivos” de la organización. “Son personas que viven al día, cortoplacistas, muy irascibles y muy violentos de carácter. Solventaban las cosas con la violencia”, resume Rodríguez. Los Mossos atribuyen al grupo el dominio, a través de la fuerza, de buena parte de los narcopisos de El Raval.
Los Mossos definen los narcopisos como “una respuesta a las tácticas policiales de investigación” y aseguran que existen “desde hace décadas” en los diferentes supermercados de la droga que han existido en Barcelona y sus alrededores, como Can Tunis, La Mina o la Zona Franca. “La diferencia es que nunca ha habido una red tan extensa y en un sitio tan icónico”, cuenta el intendente, que lo atribuye en parte a la especulación y la enorme cantidad de pisos vacíos.
En los casi dos años que tienen vigilados los narcopisos, los Mossos calculan que su número ha oscilado: entre 40 y 60 viviendas dedicadas a la venta y consumo de drogas. Pero no todas estaban abiertas a la vez, indica Rodríguez. En la investigación, que los Mossos desgranaron este lunes en rueda de prensa, han detectado que la red alternaba los pisos. Cuando la presión vecinal o policial asfixiaba alguna vivienda, la dejaban “durmiente” y trasladaban la actividad a otro narcopiso.
En total, los agentes detuvieron a 58 personas y buscan a 17 más. Los Mossos atribuyen a los acusados diferentes roles, en función de si ejercían de jefes de alguno de los pisos, si se trataba de jefes de zona, directivos o narcotraficantes que suministraban la droga.
“No hemos puesto fin al fenómeno”, admite el intendente de los Mossos, que asegura que todavía quedan en El Raval otras “organizaciones criminales” que controlan pisos. Hay grupos de personas paquistaníes y marroquíes que también tienen su propia red, según fuentes policiales. Los Mossos calculan que siguen activos una decena de narcopisos; los vecinos lo elevan a más de una quincena.
Para acabar con el problema, los Mossos piden más herramientas, como “prevención, políticas sociales, educativas, económicas y urbanísticas”. “Si no, difícilmente será erradicado”, asegura el intendente Rodríguez.
Los Mossos también han detectado que algunos de los detenidos acababan de llegar a Barcelona desde otros puntos. “Cataluña no puede ser un lugar de reclamo, no permitiremos que sea así”, afirma Rodríguez, que explica que han compartido la preocupación por la forma de actuar del colectivo dominicano con la Policía Nacional y la Guardia Civil. “En otras ciudades no actúan así”, indica.
Hace dos años que los Mossos d’Esquadra trabajan específicamente contra la comunidad dominicana que se dedica a delinquir en Cataluña. La preocupación nació después de una oleada de asesinatos entre dos clanes de narcotraficantes, que se cobraron 7 homicidios y otros 6 intentos. La policía catalana investiga si los ahora detenidos tienen relación con ellos.
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