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La Generalitat quiere forzar el alquiler de tierras agrícolas en desuso

El Parlament debate hoy la creación de un registro de parcelas inutilizadas

Carlos Garfella
Quim Torra, durante su discurso en el debate de investidura.
Quim Torra, durante su discurso en el debate de investidura.ALBERT GARCÍA

Como no se pongan las pilas, los propietarios de tierras agrícolas y ganaderas en desuso tendrán que cederlas en alquiler a otros que sí quieran explotarlas. Cataluña quiere acabar con la sangría de abandono de hectáreas rurales obligando a sus dueños a alquilarlas a terceros. La fórmula será un “registro de tierras en desuso”, recogido en la proposición de ley de Espacios Agrarios que se debate hoy en el Parlament. Con toda probabilidad el pleno dará el primer paso este jueves para poder aprobar la norma durante esta legislatura. La propuesta ha sido sido presentada por ERC, JuntsxCat, PSC y Catalunya en Comú, con lo que cuenta con aritmética parlamentaria suficiente para salir adelante.

Este registro funcionará como una suerte de banco de tierras y agencia de alquiler en el que la Generalitat ejercerá como intermediario entre propietarios y arrendatarios. El Govern confía en que este registro, que garantiza el cobro del alquiler y la devolución del terreno al rentista forzoso, sirva para explotar las 45.000 hectáreas agrícolas abandonadas en Cataluña (lo que supone un 1,4% de la superficie de la comunidad).

La medida no interfiere en la propiedad privada, ya que los dueños lo seguirán siendo, con la diferencia de que podrán sacarle rendimiento a través del alquiler. Lo que no tiene sentido es que no las utilicen”, explica Oriol Ansón, director de Desarrollo Rural de la Generalitat. La medida cuenta con el beneplácito de los representantes de la Taula Agraria Unió de Pagesos, Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC) y la Federació de Cooperatives Agràries (FCAC).

Según la proposición de ley, se considerarán fincas agrícolas y ganaderas en desuso “aquellas que no lleguen a alcanzar al menos el 50% de rendimiento físico medio de las explotaciones de la comarca donde esté ubicada”. También las que “estén degradadas”, las parcelas donde se lleven a cabo “malas prácticas”, las que no tengan actividad agrícola o ganadera durante al menos tres años consecutivos y las hectáreas en las que en un periodo de cinco años, y sin causa justificada, “no se hayan desarrollado actividades de explotación o conservación”.

Cuando se cumpla alguna de estas condiciones, la Generalitat podrá iniciar el procedimiento de calificación de parcela en “desuso”. Antes, no obstante, deberá informar a los propietarios de su intención. Una vez calificada, si en tres meses el propietario sigue sin explotarla o llevar a cabo otras acciones requeridas, la administración ya la podrá arrendar a terceros. “Aunque también puede ocurrir que haya propietarios que las inscriban voluntariamente porque quieran darle salida”. añade Ansón. 

Uno de los puntos polémicos de la proposición es el que abre la puerta a que sean los propios agricultores y ganaderos los que denuncien la existencia de tierras en desuso propiedad de sus propios vecinos. Lo que podría generar “tensiones personales o vecinales”, opina el Instituto Agrícola, una asociación que representa a los propietarios.

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Sobre la firma

Carlos Garfella
Es redactor de la delegación de Barcelona desde 2016. Cubre temas ambientales, con un especial interés en el Mediterráneo y los Pirineos. Es graduado en Derecho por la Universidad de las Islas Baleares, Máster en Periodismo de EL PAÍS y actualmente cursa la carrera de Filosofía por la UNED. Ha colaborado para otros medios como IB3 y Ctxt.

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