Hagamos un ‘kiki’
La escena 'ballroom' hace referencia a una competencia de baile drag surgida en Nueva York en los años treinta y que ahora está de moda en Madrid
Galaxia, una artista polifacética, creó junto a Caribú una Kiki ball autogestionada en Madrid: la KARIBEMIX, ubicada en Chamberí. Con más de tres años de experiencia en la escena, me pareció indispensable hablar con él para que nos diera su perspectiva sobre los espacios seguros y la escena ballroom (que literalmente significa salón de baile, aunque el término hace referencia a una competencia de baile drag surgida en Nueva York en los años treinta).
Aunque le costó mucho tiempo aceptar su homosexualidad —más por tener origen latino—, ahora Galaxia se siente muy orgulloso de lo que es. Encontró su lugar —“y mi familia”— en la escena ballroom. La razón: le aceptaba tal y como era. Venir de un mundo en el que no vales nada a recibir un nombre y una ovación del público ayuda. “Por eso creó el KARIBEMIX”, dijo Galaxia.
La escena ballroom (que combina bailes y glamur como modo de expresión de la comunidad LGBT+, de la comunidad negra y latina) fue llegando a Madrid poco a poco. Lo hizo de la mano de Silvi Mannequeen (conocida como Mother Spain) con el nombre de ballroom scene para más adelante pasar a ser la kiki scene. Lo kiki se orienta a principiantes en la disciplina, para que las personas novatas puedan participar sin sentir presión. Sin duda, se definen como espacios seguros y con relevancia en la actualidad
Galaxia y su gente quería crear un espacio libre, autogestionado, divertido y seguro para nuestra comunidad, haciendo que todas las categorías fueran O.T.A (Open To All; abierto para todos) sin separar por géneros del propio ballroom (como butch Queens, femme Queens y women). Fue una decisión que se vio reforzada por una entrevista a Dominique Jackson, mujer trans afrodescendiente de la comunidad ballroom, que habló sobre lo discriminatorio que podía llegar a ser categorizar dentro de un espacio que busca ser inclusivo.
Ambos coincidimos en que debería haber más espacios seguros en Madrid y que es imprescindible que se cuiden, no solo internamente sino externamente, especialmente ahora, debido al hype (la tendencia) que ha creado esta escena en los últimos años.
También que debería haber más comunicación dentro de la propia comunidad ballroom y una evolución dentro de las categorías y las etiquetas en las que se subdivide porque, aunque en nuestro inconsciente lo hacemos para apoyar a toda la comunidad, no sabemos si a todas las personas le puede sentar bien o no.
Otro tema interesante es la importancia de que el público ajeno al movimiento ballroom cambie su perspectiva de las balls (como se llama a las quedadas del colectivo). Lo ballroom no es solo un espectáculo de baile, sino que también tiene historia: se creó para empoderar a aquellas personas que fueron marginadas por la sociedad. Es un espacio seguro de empoderamiento.
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