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Las obras del Ritz se paralizan tres meses para investigar el accidente

El derrumbe acabó con la vida del operario Romulus N’ Yuawode, de 41 años, y causó heridas a otros 11 trabajadores

Fachada del Hotel Ritz donde el martes se produjo la muerte de un trabajador y otros once resultaron heridos.
Fachada del Hotel Ritz donde el martes se produjo la muerte de un trabajador y otros once resultaron heridos.Víctor Sainz

La sobrecarga en el forjado de la última planta del hotel Ritz es una de las hipótesis que los investigadores del suceso barajan como probable causa del derrumbe. Un accidente que acabó con la vida de Romulus N’ Yuawode, de 41 años, contratado por una empresa que nació hace cinco meses, y causó heridas de diversa gravedad a otras 11 personas contratadas por una variedad de contratas y subcontratas. Los sindicatos CC OO y UGT denunciaron en una concentración en la plaza de Cibeles el aumento de la siniestralidad laboral en la comunidad. En 2018, se han registrado 54 muertes, un 45,7% más que en el mismo periodo de 2017.

Las investigaciones de la Policía Municipal para determinar las causas del accidente ocurrido el martes en el hotel Ritz se prolongarán durante tres meses, tiempo en el que estarán paralizadas las obras de remodelación del legendario hotel. Una de las hipótesis más probables, según los bomberos, es la del sobrepeso en el forjado de la última planta, que provocó su caída. Esta generó un efecto dominó sobre los otros cinco pisos, los andamios y la fachada. El arquitecto Rafael de La Hoz, responsable de la remodelación, y su equipo, con obras en distintas partes del mundo, indagan también sobre el siniestro para poder ofrecer una respuesta clara sobre lo ocurrido. El Grupo San José, con subcontratas de empresas de distintos gremios de la construcción, poseía todos los permisos municipales necesarios para la rehabilitación del inmueble, según el Consistorio.

El considerable aumento de la siniestrabilidad laboral en la Comunidad llevó a los sindicatos mayoritarios en la construcción a una protesta en la plaza de Cibeles, la segunda en esta semana. El martes denunciaron la muerte el pasado viernes de un joven de 30 años, sepultado por 1.800 kilos de cemento. El martes, los protagonistas eran los doce trabajadores de las obras del Ritz. El secretario general de UGT Madrid, Luis Miguel López Reillo, sostuvo una pancarta que con letras rojas y negras, decía: “Accidente laboral, responsabilidad empresarial”. El aumento en el número de obras conlleva un recorte de los plazos, elevados horarios laborales y escasez de especialistas, según los sindicatos.

Ayer, un operario de 42 años resultó herido grave tras quedar atrapado entre una torre de palés y una carretilla elevadora (conocida como toro mecánico) en una empresa de productos de alimentación de Meco, según un portavoz de Emergencias 112.

El incidente en el hotel Ritz es el segundo derrumbe de estas características en Madrid en cuatro meses. En mayo, un edificio en el paseo del General Martínez Campos se hundió y murieron dos trabajadores. Entre enero y agosto de este año se han producido 62.359 accidentes laborales (un 6,59% más que en el mismo periodo de 2017). De esos, 54 han sido mortales, un 45,7% más que en el mismo periodo del año anterior. “Desde que estamos saliendo de la crisis, ha habido un repunte en el trabajo, pero (las empresas) han ahorrado en prevención de accidentes laborales”, sentencia el secretario general Comisiones Obreras de Madrid, Jaime Cedrún.

“Para CC OO y UGT, el accidente del Ritz es un fiel reflejo de las duras condiciones de trabajo que imperan en el sector de la construcción y, de forma especial, en las obras de rehabilitación, donde, bajo el paraguas de la especulación y los beneficios económicos, todo vale. Así se imponen ritmos de trabajo frenéticos a la vez que una precariedad insoportable, y una falta de medidas de seguridad que nos remonta muchos años atrás”, afirmó la secretaria de Salud Laboral y Desarrollo Territorial de UGT, Susana Huertas Moya.

La empresa responsable de los trabajos del Ritz debe retirar los escombros y asegurar las obras, tras un informe técnico municipal. “La empresa tiene la obligación de garantizar las condiciones de seguridad y hacer las demoliciones necesarias”, puntualizó José Manuel Calvo, concejal de Desarrollo Urbano Sostenible del Ayuntamiento.

Por su parte, el decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), José María Ezquiaga, ha puesto a disposición del Ayuntamiento madrileño el conocimiento experto de los arquitectos como muestra de apoyo a la ciudad “en estos momentos tan duros”.

La búsqueda de una vida mejor

AURORA INTXAUSTI

Las cortinas de la casa de Romulus N'Yuawode, de 41 años, en el barrio obrero de San Blas, estaban ayer echadas y el silencio en el pequeño edificio en el que vivía era absoluto. Llevaba algo más de tres años en el piso que compartía con su esposa. Este africano de Costa de Marfil había llegado a España hace tiempo, trabajando muy duro e intentando conseguir una vida mejor que la que le ofrecía su país de origen.
Simpático y muy educado dicen de él sus vecinos, el pescadero de debajo de su casa y la señora que regenta el bar de enfrente quien suministró manzanilla y tila a los familiares y amigos de Romulus que se acercaron a la vivienda.
A sus compañeros de Sosteplac, empresa constituida el pasado 6 de abril, les cuesta hablar. "Era un amigo. Deportista, amable y siempre pendiente de los demás". Los familiares pasaron la mayor parte del día en el Anatómico Forense, donde se le practicó la autopsia.

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