El fiscal pide 63 años de cárcel a un hombre por abusar de seis menores en Burriana
El acusado era empleado de la empresa propiedad de la familia de tres de las víctimas, donde cometió el grueso de los abusos sexuales durante siete años
63 años de prisión. Es la pena que solicita el fiscal para un hombre acusado de abusar de seis menores, cinco de ellos de la misma familia, según fuentes judiciales. Tres de las víctimas son hijas de los propietarios de la empresa de la localidad castellonense de Burriana donde trabajaba el procesado. La misma donde cometió el grueso de los abusos. Este miércoles la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón le juzga como presunto autor de seis delitos continuados de abuso sexual, tres de pornografía infantil, uno de exhibicionismo y un delito de posesión de material pornográfico.
Junto a los 63 años de prisión que demanda el ministerio público, se fija el pago de una indemnización global de 125.000 euros a las víctimas en concepto de responsabilidad civil ante unos hechos que, tal y como recoge el escrito de acusación, ha provocado en los pequeños “una modificación psicológica para el resto de su vida”.
Los abusos se cometieron entre los años 2007 a 2013, cuando el acusado trabajaba en la empresa propiedad de los padres de tres de las menores. El hombre aprovechaba las visitas de los dos niños y las tres niñas a la empresa familiar, con sede en la localidad de Burriana, para someterlos a tocamientos que, en ocasiones, grababa en vídeo con una cámara instalada en los aseos de la mercantil “con ánimo de satisfacer su deseo sexual”, recoge el escrito de acusación.
Según el mismo, aprovechó la confianza que inspiraba a las pequeñas ser empleado de la firma familiar y abusó de ellas en las mismas dependencias de la empresa, donde las tocaba, masajeaba y “les enseñaba el pene y hacía que se lo tocaran”. También les profería expresiones sexuales y llegó a fotografiar a dos de ellas desnudas.
A otro de los pequeños le quitó la ropa en los aseos de la empresa, donde había instalado una cámara “con ánimo de satisfacer su deseo sexual”, y llegó a masturbarle. Fue en 2009. Los mismos abusos se cometieron en 2007 y 2013, sin que consten grabaciones. A otro de los niños también lo filmó mientras se tocaban los genitales en las mismas dependencias.
Los cinco pequeños tenían entre 3 y 11 años en 2007, cuando empezaron los abusos.
El fiscal apela a un sexto menor víctima del procesado. De él abusó sexualmente en la casa familiar del acusado en Burriana, a la que el niño acudía a bañarse por tener amistad. También aquí instaló un método de filmación “con ánimo de atentar contra la indemnidad sexual del menor”.
Según el fiscal, el acusado almacenaba en un ordenador de su propiedad en su domicilio de Burriana un archivo de vídeo de los seis menores, junto a imágenes y grabaciones de otros niños “desnudos y en actitudes sexualmente explícitas, así como manteniendo relaciones sexuales”.
