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El arte callejero de Barcelona se traslada a la galería

Cali Art Gallery, nuevo espacio del 'street art'

Cali Art Gallery, una nueva galería de arte urbano en Barcelona.
Cali Art Gallery, una nueva galería de arte urbano en Barcelona.

Los muros de las calles se han reducido a las dimensiones del lienzo para caber entre las blancas paredes de la nueva galería de arte urbano Cali Art Gallery. Tras la cristalera del numero 285 de la calle Rosselló se aprecia la explosión de colores y formas de un arte que fue concebido para extenderse sin fin por el paisaje callejero y que a ojos de muchos sigue siendo otra forma de vandalismo. El ideólogo de este espacio, Franck Azoulay, está convencido de que dicho traslado “no quita la esencia” al street art, sino que refuerza su posición en el mundo del arte donde ya ocupa “una plaza muy importante gracias a artistas como Bansky”.

Melissa Angel comenzó pintando en los muros de Colombia para proyectos caritativos y ahora combina la pintura en la calle con la pintura sobre el lienzo, por lo que algunas de sus obras se han trasladado a Barcelona para formar parte de la primera exposición de la galería, que se podrá ver hasta setiembre. “La frescura de pintar en la calle te lleva a sentir cierta libertad mágica que se combina con el acto de ser observado y querer disfrutar del proceso, de llenarme con la mirada del otro. Al final es una obra pública donde todo lo que la rodea forma parte de la misma, mientras que pintar sobre un lienzo genera un momento más íntimo, de meditación”.

Ya sea en la calle o en la galería, el uso de aerosoles o la exploración constante de colores y texturas son los vértices donde converge el arte urbano. Las temáticas sociales o de la vida cotidiana también son una constante: “Me inspiro en el día a día, en mis vivencias, en las ciudades, en historias que escucho de personas, en la naturaleza, en los viajes que realizo, en el amor…” cuenta Aleman, otro de los artistas que expone en la galería. La fuerza que hay detrás de sus obras la consigue a través de una técnica mixta en la que combina el grafiti con texturas en 3D y acrílicos.

Colaboración con otros espacios

El street art en la ciudad condal está lejos de equipararse al de Londres, Berlín o Nueva York, ciudad en el que se sitúa su origen. “Me parecía más interesante desarrollar el arte urbano aquí y no en sitios donde está más consolidado”, explica Franck Azoulay, que sin embargo ve el potencial que ofrece, “Barcelona es una ciudad internacional, que atrae a muchos visitantes”.

La Cali Art Gallery quiere colaborar con otras galerías afines y es precisamente uno de los proyectos que Azoulay quiere llevar a cabo, así como organizar POP UP en diferentes espacios de la ciudad: "Quiero que sea más un showroom que una galería, haremos eventos en Barcelona y otras ciudades, como este mes de agosto, que viajamos a Ibiza para colaborar con la galería H12". De esta manera, el arte urbano encuentra un espacio nuevo en el que establecerse y, además, como apunta Melissa Angel, "permite llevarlo a casa y conservarlo".

El programa incorpora otros artistas como Guillaume Ortega y su mundo pop. Una Blancanieves ebria, Homer Simpson a lo David Bowie o la fotografía de Marilyn Monroe serigrafiada por Warhol, entre un largo etcétera de motivos y personajes, conforman su cuadro Darling. A su lado cuelgan Un tantinet cavalier y Entre deux elles, en los que el artista francés mezcla paisajes urbanos abandonados con la representación de personalidades históricas al estilo renacentista. Durante esta primera temporada también se pueden conocer los cuadros en los que Fano recrea la fisonomía en relieve de un león, un payaso e incluso de la Gioconda mediante la incrustación de clavos; las fotografías de coches comprimidos en desguaces de Misterblad; o el característico personaje de Arsen, cuya estética cercana a los dibujos animados se reitera en todas sus composiciones bajo diferentes temas.

El nombre de la galería no es casual, “buscaba uno que fuese personal, y este hace referencia a cuando estuve en Cali, Colombia; me enamoré de la ciudad y de su gente”. El proyecto, que cuenta con poco más de un mes de vida, lleva fraguándose desde principios de año con el único propósito de llevar a la ciudad la pasión por el arte urbano: “No lo hago por motivo económico, sino por placer personal”. Y lo hace a pesar del “clima político” y las advertencias de sus conocidos, “me decían que la gente de Barcelona no estaba para el arte, pero es una tontería decir una cosa así, a todo el mundo le gusta el arte”. Cali Art Gallery es una de las pocas galerías en la ciudad en abordar el arte urbano, pero no la única: “hay más, pero con diferentes energías y estilos a la nuestra”.

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