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La Barceloneta se revuelve ahora contra la inseguridad

Medio millar de vecinos protesta por los robos, venta ambulante y agresiones de los que, aseguran, son testigos a diario

Alfonso L. Congostrina
La protesta contra la inseguridad  en la Baceloneta concentró a unos 400 vecinos, según la Guardia Urbana.
La protesta contra la inseguridad en la Baceloneta concentró a unos 400 vecinos, según la Guardia Urbana.

Alrededor de medio millar de vecinos de la Barceloneta cortaron ayer el tráfico en la entrada y salida del barrio exigiendo a las administraciones, sobre todo al Ayuntamiento de Ada Colau, más presencia policial. Los vecinos se quejaron por lo que consideran una oleada de inseguridad. Protestaron por los robos, venta ambulante y agresiones de los que, aseguran, son testigos a diario. Los manifestantes amenazaron con más movilizaciones y con contagiar la protesta al resto de barrios de la ciudad. PSC y PP hicieron suyas las reivindicaciones y exigieron soluciones.

En agosto de 2014, los vecinos del barrio de la Barceloneta salieron a las calles para protestar contra los excesos del turismo masivo que poco a poco, denuncian, les ha ido expulsando del barrio. Han pasado cuatro años. Las protestas se han repetido año tras año para evitar escenas como las de turistas sin camiseta, haciendo ruido de madrugada, bebiendo u orinando en la calle. Las reclamaciones, sin embargo, se fueron tiñendo de desilusión y las reivindicaciones de un barrio en ocasiones dividido cayeron en el olvido.

Ayer, la Barceloneta volvió a tomar las calles. Muchos de los vecinos ya han tirado la toalla con el turismo y otros ya han abandonado el barrio. El turismo, sin embargo, está más presente que nunca y ahora aparece ligado, según denuncian los vecinos, también a la inseguridad.

El pasado jueves fueron 200 los vecinos que, de forma improvisada —no cuesta mucho en un barrio donde la calle parece una extensión del hogar— salieron a la calle de forma espontánea y pidieron más “seguridad” y más “policía”. Ayer, tras muchos llamamientos en las redes sociales, alrededor de medio millar, según la Guardia Urbana, denunciaron que en sus calles se producen “robos, puñaladas o coches rotos”. Lo hicieron con megáfonos y detrás de una pancarta que decía “La Barceloneta, ciudad sin ley”. Se fijaron un objetivo: cortar durante unos minutos los accesos al tráfico rodado en un barrio en el que los turistas no suelen entrar a él en vehículo.

La concentración comenzó a las 18 horas en la plaza de la Barceloneta, al lado de la Iglesia de Sant Miquel. La regidora de Ciutat Vella, Gala Pin, también es vecina del barrio y no quiso perder la oportunidad para acompañar a las personas que protestaban. Pin, sin embargo, duró pocos minutos allí. “La he echado. Este año es el peor de todos en robos e inseguridad. Hay un narcocampamento en el parque de la catalana. Queremos más policías y aquí no queremos políticos ni entidades. Somos vecinos y nos uniremos en protestas con el Raval, Poblenou…”, aseguraba David Riojo, uno de los impulsores de la protesta. Entre los manifestantes había miembros de asociaciones de vecinos, algunos incluso de fuera del barrio, y destacados militantes y consejeros de distrito de formaciones contrarias al equipo de Bcomú.

Los manifestantes marcharon por el paseo Joan de Borbó y cortaron la circulación que permite la entrada y salida de vehículos del barrio en la plaza Pau Vila. Se vivieron algunos momentos de tensión cuando algunos manifestantes dieron unas patadas a un vehículo que no quería detenerse. O cuando un ciclista no quiso respetar la barrera humana que los manifestantes habían orquestado.

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Tras unos minutos con la circulación retenida, los manifestantes volvieron por el paseo Joan de Borbó gritando consignas: “Más policía, más seguridad”, “más policía, menos chorizos”. Hubo gritos contra los manteros. Finalmente, rodearon la comisaría conjunta de Mossos y Guardia Urbana de la Barceloneta exigiendo más agentes.

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