Actos masivos en las prisiones en apoyo a los políticos presos independentistas

Desde que los políticos independentistas procesados por un presunto delito de rebelión fueron trasladados a cárceles catalanas, el número de actos en apoyo frente a los centros penitenciarios no para de crecer. Se trata de concentraciones pacíficas, pero los sindicatos de trabajadores penitenciarios recelan del dispositivo policial que las controla. Consideran que es muy laxo en lo que respecta a garantizar los accesos a las cárceles y mantener cierto perímetro de seguridad de cara a algún problema. “Se está siendo muy permisivo”, alertan portavoces de CSIF y UGT.

Desde hace varios martes, cientos de personas se reúnen en las inmediaciones de la prisión de Puig de les Basses (Alt Empordà) para hacer una cena en solidaridad con la exconsejera Dolors Bassa. El pasado 7 de agosto, incluso proyectaron sobre la fachada de la cárcel un lazo amarillo y el cartel de “Libertad presos políticos”. Algunos de los participantes se acercaron hasta la reja perimetral para hacer fotos.

La entrada a Puig de les Basses colapsó por la gran afluencia de coches. Algo similar ocurrió en Lledoners (Bagues), donde las protestas se hacen detrás de la prisión, después de que en varias ocasiones se usara el aparcamiento. Unos 200 tractores fueron hasta la prisión de Mas d'Enric (Tarragonès), el pasado miércoles, donde está Carme Forcadell.

La seguridad externa de las cárceles corresponde a los Mossos d'Esquadra, si bien el director del centro puede dar indicaciones, de acuerdo al reglamenbto de Instituciones Penitenciarias. “No hay riesgos para la seguridad”, aclaran desde la policía catalana, que recuerda que cada dispositivo se diseña de acuerdo a la afluencia de público.