La calle del aire acondicionado

El Portal de l’Àngel, referente del comercio en Barcelona, es una de las calles más caras de España para ubicar una tienda. Y probablemente, también es de las más frescas. Solo es necesario caminar pegado a las fachadas para disfrutar del fresquito que sale de las tiendas, donde el aire acondicionado funciona a toda pastilla. La temperatura baja hasta 11 grados en pocos metros de distancia.

En plena ola de calor —con temperaturas batiendo récords desde la playa hasta la montaña—, cuando en el centro de la calle y a la sombra el termómetro marca 34,4 grados, si el mismo aparato se coloca en la puerta de una tienda, baja uno, dos, cinco, siete, diez, once grados... hasta marcar 23,8. La prueba se hizo a las cuatro de la tarde de ayer. Y 23,8 fue el récord, en la puerta de un Zara.

Sobra aludir al alivio que se siente, cada tantos metros, cuando se pasea por la calle si se hace a una distancia prudencial de las puertas de las tiendas. Sobre todo en las más concurridas, donde entra y sale tanta gente que las puertas no se cierran casi nunca. Otra cuestión sería analizarlo desde el punto de vista de gasto energético.

La ola de calor no da tregua y tras una madrugada tórrida, con hasta 28 grados en El Raval, ayer las temperaturas treparon de nuevo hasta los 35. En Cataluña, la temperatura más alta se registró en Seròs (Segrià) con 39,8 grados.